Autoridades mexicanas y norteamericanas integraron un grupo de funcionarios de alto nivel que pondrá en marcha un programa que tiene como objetivo “sellar” la frontera entre México y Estados Unidos para evitar el contrabando de armamento, informó el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo.
Tras mencionar que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha reconocido que el 70% de las armas decomisadas en México provienen de los Estados Unidos, indicó que la capacidad de ataque de los grupos criminales en México se debe al tráfico ilegal de armas, que -dijo- es un “grave problema”.
“Ya está constituido un grupo de alto nivel integrado por representantes de al menos 15 dependencias del gobierno federal con sus contrapartes norteamericanas para empezar a operar de inmediato el programa de sellado de la frontera para controlar el tráfico de armas de Estados Unidos a México”, expuso.
Al presentar los avances de la investigación por el asesinato de nueve integrantes de las familias LeBarón y Langford en los límites de Sonora y Chihuahua ocurrido el pasado lunes, el responsable de la seguridad a nivel federal afirmó que el gobierno estadounidense está dispuesto a trabajar para frenar el tráfico de armas.
“Así es que la colaboración del gobierno norteamericano será fundamental en esta tarea para lograr buenos resultados”, afirmó Durazo Montaño en conferencia de prensa en Palacio Nacional.
De acuerdo con un informe que presentó en octubre el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, del total de las armas involucradas en crímenes en México, 41% vienen de Texas, 19% de California, 15% de Arizona y 25% de otros lugares de Estados Unidos.
Mientras que las principales rutas de trasiego son San Diego-Tijuana, El Paso-Ciudad Juárez, Laredo-Nuevo Laredo, McAllen-Reynosa y Brownsville-Matamoros.
RYHP