A un año de que se suscitó el llamado “juicio del siglo”, la historia de Joaquín Guzmán Loera vuelve a ser centro de análisis y reflexión en el docufilm El Chapo: Dos rostros de un capo, con el que no se busca alimentar la figura de un héroe, sino mostrar al hombre que hizo todo por mantener el poder.
Guillermo Blanco, productor y Fernando del Rincón, periodista, hablaron sobre este trabajo, que tiene como objetivo mostrar todas las caras de este hombre, líder de uno de los cárteles más importantes del país.
“Lo que buscamos es que a través de documentos y pruebas oficiales se entienda lo que pasó y quién era este hombre. Nosotros no estamos especulando, sino basándonos en los documentos que la fiscalía mostro, así como otros hechos dan forma a este trabajo”, dijo Fernando del Rincón, quien es el presentador de este docufilm.
“Nosotros no pretendemos ponerlo como un héroe, creo que su perfil es más de un sociópata, que tiene la capacidad de funcionar en la sociedad, pero que está torcido por dentro”, explicó Del Rincón en esta charla con los medios de comunicación, previo al estreno del material, que será este jueves 7 de noviembre.
Destacó que este docufilm permitirá desmitificar al Chapo, “es un tipo multidimensional y serán las pruebas y los testimoniales los que hablen en este trabajo, que se hizo cuidadosamente, desde hace algún tiempo”.
María Santana, quien siguió el caso durante el proceso de juicio, dijo que ella tuvo la oportunidad de conocer a El Chapo a través de este proceso legal en Estados Unidos, donde sus abogados trataron de mostrar la figura de un ser humano más que otra cosa.
“Cuando lo vi la primera vez, no podía creer que fuera él, porque se veía tranquilo, no parecía ser el hombre tan poderoso del que se habla en las noticias; sin embargo, poco a poco los testigos y la pruebas lo evidenciaron ante la corte”, apuntó la periodista.
“Parecía ser inofensivo”, dijo Santana, al señalar que este trabajo no es una biografía sobre la vida de este líder del crimen organizado, sino un documento para entender su forma de operar, “es un hombre que gusta de controlar todo, hasta su imagen”.
A este audiovisual también se suman las horas invertidas por Santana fuera de cámara, quien ahora recuerda haber hecho largas filas para poder ingresar a la corte donde se llevaron a cabo los juicios que eran públicos, que después se volvieron una cuestión turística y muchos hacían escala para conocer a este hombre.
“Era la locura, fueron tres meses de juicio, donde todos los días había revelaciones impactantes”, dijo la periodista, al recalcar que El Chapo no es un héroe y no debe servir de inspiración a nadie.
Por su parte, el productor Guillermo Blanco reiteró que no hay especulaciones, ni conclusiones en el trabajo, pues simplemente documentan al espectador para que analice y entienda este caso tan polémico y mediático.
RYHP