LA HAYA.- La Corte Penal Internacional (CPI) condenó este jueves a 30 años de prisión al ex líder rebelde congoleño Bosco Ntaganda, por 18 cargos de crímenes de guerra y contra la humanidad por los que ya había sido declarado culpable a principios de julio.
Ntaganda, conocido como “Terminator“, estaba acusado de asesinato, instigación de ataques contra civiles, violación, esclavitud sexual, persecución, saqueo, traslado forzoso de población civil, reclutamiento de menores de 15 años en un grupo armado para su participación en hostilidades y destrucción de la propiedad de los adversarios.
El antiguo “señor de la guerra” fue juzgado por los actos cometidos en 2002-2003 cuando era el “número dos” del Estado Mayor de la milicia Unión de Patriotas Congoleños (UPC), un grupo activo en el este de la República Democrática del Congo (RDC).
Ntaganda se convirtió en la primera persona en ser declarada culpable de esclavitud sexual cuando fue condenado por la CPI, con sede en La Haya, en julio. En total fue condenado por 13 cargos de crímenes de guerra y cinco de crímenes contra la humanidad.
Los jueces de la Corte Penal Internacional escucharon por separado a las víctimas y testigos en septiembre para ayudarlos a decidir sobre la sentencia.
El primer sospechoso en rendirse voluntariamente a la CPI, Ntaganda entró en la embajada de los Estados Unidos en la capital de Ruanda, Kigali, en 2013 y solicitó ser enviado a la corte en los Países Bajos .
Durante su juicio, Ntaganda fue retratado como el despiadado líder de las revueltas étnicas tutsis en medio de las guerras que convulsionaron a la RDC después del genocidio de tutsis en 1994 en la vecina Ruanda .
Los jueces encontraron que Ntaganda era un “líder clave” en términos de planificación y operaciones para el grupo rebelde de la Unión de Patriotas Congoleños y su ala militar, las Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo (FPLC).
La CPI dijo que combatientes leales a Ntaganda llevaron a cabo atrocidades como una masacre en un campo de banano detrás de la aldea de Kobu, en el noreste de la RDC, en el que al menos 49 personas, incluidos niños y bebés, fueron destripadas o les aplastaron la cabeza.
MGL