A menos de una semana de comenzar las comparecencias públicas como parte del juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, David Hale, acudió ayer a la Cámara de Representantes para declarar, a puerta cerrada, como parte de la investigación.

Hale se presentó ante los comités de Inteligencia, Asuntos Exteriores y Supervisión de la cámara baja.

En una audiencia anterior, el secretario asistente interino a cargo de la Oficina de Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Philip Reeker, señaló que Hale había detenido la publicación de una declaración en apoyo a la embajadora estadounidense en Ucrania, Marie Yovanovitch, quien fue destituida del cargo por Trump.

Se estima que la audiencia de Hale giró en torno a la destitución, en mayo pasado, de Yovanovitch, quien fue acusada por el abogado de Trump, Rudolph Giuliani, de bloquear los esfuerzos del gobierno estadounidense para persuadir a Ucrania de investigar al ex vicepresidente, Joe Biden, y a su hijo Hunter por presunta corrupción.

Las audiencias serán abiertas al público a partir de la semana próxima, anunció el presidente del Comité de Inteligencia del Congreso, Adam Schiff: «Serán una oportunidad para que el pueblo estadounidense evalúe a los testigos por sí mismo, tome sus propias determinaciones sobre la credibilidad de los testigos, pero también conozca de primera mano los hechos”.

Consecuencias

Una polémica llamada telefónica podría poner en riesgo la permanencia de Donald Trump en la Presidencia de Estados Unidos, luego que la Cámara de Representantes votó para comenzar una investigación de destitución que, de concretarse, sería el cuarto impeachment en los últimos 150 años de la historia de esta nación.

LEG