Es fácil esquivar la lanza, mas no el puñal oculto: Proverbio chino
Victoriano Huerta es una de las figuras más tétricas y obscuras en la historia política mexicana. Huerta encarna la traición y el engaño. Formado en el ejército porfiriano, tuvo la habilidad y fortuna de mantenerse en las fuerzas armadas después del triunfo de Francisco Madero, a pesar de haber sido uno de los más agresivos combatientes de las fuerzas revolucionarias.
Uno de los errores más señalados por los historiadores durante la breve gestión presidencial de Madero, fue no haber desarticulado el ejército que había combatido a las fuerzas revolucionarios que lo apoyaron. Por esta decisión, Carranza, Villa y Zapata se alejaron de Madero quien, deshecho los consejos de sus asesores, entre ellos, su hermano Gustavo, quienes nunca confiaron en Huerta y en el Estado Mayor que lo rodeaba.
Valga la anécdota, porque en la anterior entrega, preguntaba sobre la posibilidad de una traición al Presidente, y la pregunta de alguna manera tuvo una respuesta, cuando el fin de semana pasado, el Presidente López Obrador descartaba la posibilidad de un golpe de Estado.
El Ejecutivo hizo referencia a la denuncia del General Carlos Gaytán quien en un discurso ante integrantes de las fuerzas armadas señalo que: “Actualmente vivimos en una sociedad polarizada políticamente porque la ideología dominante, que no mayoritaria, se sustenta en corrientes pretendidamente de izquierda, que acumularon durante años un gran resentimiento” y que “sin embargo, es también una verdad inocultable que los frágiles mecanismos de contrapeso existentes han permitido un fortalecimiento del Ejecutivo que viene propiciando decisiones estratégicas que no han convencido a todos, para decirlo con suavidad”. El Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas calificó el discurso del General Gaytán como “imprudente y poco mesurado”.
No recuerdo en días recientes, críticas tan severas de sus subalternos al único General de cinco estrellas. El ejército mexicano que ha demostrado innumerables ocasiones su lealtad a la autoridad civil, ejerce ahora su derecho a la crítica, y su libertad de expresarse, situación que hasta hace poco no se hubiera tolerado. Dicen en la esquina, que quien se ríe, se lleva.
En este proceso inédito de ejercicio de libertades, si los altos mandos de las fuerzas armadas están dispuestos a deliberar sobre libertades, transparencia y rendición de cuentas, tendrán entonces que empezar a hablar de los múltiples negocios que hacen al interior de sus destacamentos:
1) Robo en los servicios de alimentación: Los altos mandos administran los recursos para la alimentación de la tropa para quienes adquieren productos de baja calidad e incluso productos caducos.
2) Robo en las cafeterías: Cada comandante de Batallón administra las cafeterías, y las ganancias son para ellos. Por ejemplo, una botella de agua que por mayoreo cuesta 4 pesos en esas tiendas se vende a 20 pesos, más caro que en las tiendas de conveniencia.
3) Pagos sexuales por premios, ascensos y beneficios: “En el argot de la tropa-me cuentan militares en activo- se dice se la, o se lo anda picando”.
4) Préstamos cercanos al agiotaje: Soldados con necesidad económica acuden a sus superiores quienes les otorgan préstamos, a cambio de pagar intereses hasta del 40 por ciento. Y así la lista sigue.
Acostumbrados a la opacidad y la falta de transparencia, los altos mandos castrenses, además se aferran al fuero militar para seguir gozando de privilegios. Victoriano Huerta tenía una facción del ejército a su servicio y el apoyo del gobierno norteamericano cuando traiciono a Madero. No tengo elementos para decir si algún General del Ejército está detrás de algún movimiento para desestabilizar al gobierno del Presidente López Obrador, pero lo que tengo claro, es que hay fuerzas muy molestas porque existe la decisión de transparentar y acabar con la opacidad de las fuerzas armadas, y que en las filas castrenses puede haber no uno, sino varios Huertas.
De la libreta
a) Parece que algunos panistas tienen amnesia. No recuerdan o no quieren recordar, que fueron precisamente sus legisladores, quienes de forma mayoritaria aprobaron la denominada Ley Bonilla de Baja California. La controversia constitucional no estaría en la mesa de la Suprema Corte de Justicia, si la mayoría panista no la hubiera avalado en la primera instancia legislativa. Hoy en día, a muchos se les olvida que el tema de la relección fue motivo para que estallara una revolución armada en este país.
b) De acuerdo con Consulta Mitofsky, los niveles de aprobación del Presidente López Obrador resultaron afectados por el jueves negro de Culiacán. Se ubica en niveles del 60 por ciento que sigue siendo alto a casi un año de su gobierno y de los avatares de materia de seguridad y crecimiento económico que enfrenta.