Thalía Ríos, de 63 años de edad, padece diabetes tipo 2 desde hace cinco años -o más no sabe con exactitud-, que le ha provocado problemas de osteoporosis y cansancio crónico derivado de no haber detectado y tratado a tiempo su enfermedad.
Así como ella, se estima que 10 millones de mexicanos mayores de 20 años son víctimas del padecimiento, de los cuales 46% no lleva ningún tratamiento de control.
Las mujeres representan 10.3% del total de los pacientes diabéticos, mientras que los hombres, 8.4%
La diabetes es una enfermedad crónico degenerativa resultado de una producción nula o insuficiente de insulina, encargada de mantener estables los niveles de glucosa en la sangre.
Además, es una de las Enfermedades No Transmisibles (ENT) que representan uno de los mayores retos en salud pública del mundo; ya que a decir de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 70% de las muertes en 2016 fueron a causa de la diabetes.
En una entrevista con 24 HORAS, Irma Luisa Ceja Martínez, gerente médico de Endocrinología y Nutrición de Grupo PiSA comentó que la única manera de retrasar las consecuencias del mal y mantener la calidad de vida es controlando la glucosa, puesto que se trata de una enfermedad crónica y progresiva que va dañando poco a poco los órganos vitales.
“Una vez que una persona desarrolla diabetes es importante un control estricto de la glucosa o comenzará a generar problemas en el organismo. Del total de las víctimas de la enfermedad en el país, 44% empezó a tener problemas de la vista, alteraciones en los riñones o pie diabético que termina en amputación por un mal manejo de la diabetes crónica”, asevera la doctora Ceja Martínez
Tecnología médica
La calidad de vida de los enfermos aumenta a medida que avanza la tecnología.
El desarrollo de nuevos métodos en salud generan terapias que facilitan el apego al tratamiento de la diabetes, como el primer Medicamento Biotecnológico Biocomparable (MBB), producido por Grupo PiSA, que por medio de insulina glargina y el uso de dispositivos de vanguardia BD hicieron una “pluma” capaz de dosificar medicamento sin dolor y sin complicaciones.
El dispositivo tecnológico Galactus, alcanza hasta 300 dosis de insulina y se recomienda también para pacientes pediátricos; se debe reemplazar cada 28 días, ya que se trata de un producto desechable y podría perder efectividad al pasar ese periodo de tiempo.
“Galactus viene a llenar una necesidad en los diabéticos, pues la insulina que se usa en el paciente es humana; se trata de un medicamento biotecnológico. Además, la insulina glargina de Grupo PiSA es mucho más accesible que el resto de insulinas en el mercado”, comenta la especialista.
La farmaceútica ya contaba con inyecciones de insulina glargina, pero la gente le tenía miedo por los mitos alrededor. Uno de los más escuchados por la doctora es el terror a las jeringas y a perder la vista.
“Los pacientes piensan que al ingerir insulina su salud decaerá y eso no es así, al ser un producto humano buscamos que los enfermos que ya requieren insulina pierdan el miedo, puesto que tardan hasta siete años en decidirse, acelerando la diabetes crónica”, explica la endocrinóloga de Grupo PiSA.
La doctora recomienda prevenir la enfermedad con una alimentación balanceada, ejercicio y realizarse chequeos médicos con regularidad. Si ya se tiene el padecimiento, vigilar cuidadosamente las necesidades del organismo.
LEG