¿Qué tan bueno será para la economía el próximo fin de semana? Por lo pronto, muchos comerciantes no se hacen muchas ilusiones y creen que los consumidores realmente no van a marcar una diferencia de lo que hemos visto a lo largo de este año que ha estado con la economía detenida.

Es la primera vez en nueve ediciones de esta estrategia de ventas llamada el Buen Fin, que el sector comercial tendrá que enfrentar una economía detenida.

El sector terciario de la economía, que durante esta década se mantuvo con tasas de crecimiento constante, llega a este próximo fin de semana con tasas de crecimiento en cero. Con las cadenas comerciales reportando reducciones importantes en su ritmo de crecimiento y con muchos pequeños negocios a punto de bajar la cortina.

Desde 2011, en que se llevó a cabo la primera edición de esta promoción, y hasta el año pasado se habían reportado incrementos en los porcentajes de ventas, pero para este Buen Fin que inicia el viernes hay anticipos de que podrían no superarse los niveles de venta alcanzados durante el año pasado.

La paradoja del caso es que entre la promoción del año pasado y la de éste, el Indicador de Confianza del Consumidor que elaboran el Inegi y el Banco de México, alcanzó un nivel máximo histórico.

Sin embargo, ese optimismo se ha moderado notablemente en los meses recientes y cuando se atiende a las posibilidades reales de esos consumidores de comprar es fácil ver que su optimismo es político, no económico.

¿Qué podemos esperar entonces para este Buen Fin que no pinta nada bien para los comerciantes?

Dos cosas: agresividad y canibalización.

La urgencia de mover inventarios hará que muchos comerciantes sean más agresivos en sus ofertas, sobre todo porque saben que el panorama de los meses por venir no habrá de cambiar mucho.

Y como la relación entre oferta y demanda se ve alterada por el estancamiento económico, los comercios habrán de pelearse esos pocos clientes que andarán en la calle el fin de semana dispuestos a comprar.

Y lo harán incluso violando las reglas de su propia estrategia común de ventas. Empezarán los divorcios del Buen Fin y algunos querrán madrugar a los otros con sus propias estrategias.

Hay otros comerciantes que también entrarán en una competencia encarnizada por conseguir a los clientes disponibles y estos son los vendedores de créditos. Sí, los bancos a través de sus tarjetas y créditos quirografarios buscarán arrebatarse los pocos pesos que ahora circulan.

Es ahí donde los consumidores deben ser muy prudentes. Porque verán repentinamente ante sus ojos productos de consumo con descuentos atractivos y ofertas crediticias irresistibles. Hoy, como en ningún otro Buen Fin anterior, no hay mejor consejo que cuidar los niveles de endeudamiento personal.

Los que vivan en el mundo de los otros datos no la pensarán y se endeudarán para comprar de todo, pero los más sensatos podrán aprovechar, sin sobre endeudarse, un Buen Fin que pinta para buenas ofertas, pero previsiblemente, bajas ventas. En una economía que está detenida.