Foto: Reuters Áñez se proclamó la víspera como presidenta de Bolivia, luego que el domingo Evo Morales renunciase al cargo en medio de acusaciones de haber incurrido en un fraude en los comicios del 20 de octubre  

El nuevo comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia, general de División Carlos Orellana, quien fue posicionado hoy en el cargo por la presidenta Jeanine Áñez, llamó a la población a deponer sus actitudes “intransigentes” y recalcó que la institución estará al lado del pueblo.

“Es oportuno llamar a la calma a toda la población boliviana; les pido, a nombre de las Fuerzas Armadas que depongan sus actitudes intransigentes, piensen y velen por el futuro de nuestra magnánima y gloriosa patria”, indicó Orellana, reportó el diario local Página Siete.

En un discurso pronunciado en el Palacio Quemado, antigua sede del gobierno, Orellana señaló: “somos hermanos (…) nunca permitan que se fragmente la unidad nacional y se derrame nuevamente sangre de un ciudadano boliviano”.

Aseveró que la actual coyuntura que se vive en el país sudamericano requiere del apoyo, capacidad y trabajo sin descanso de todos los miembros de las Fuerzas Armadas, que siempre estarán del lado de los bolivianos, y que buscarán el retorno de la paz y la convivencia pacífica entre hermanos.

Durante la ceremonia, Áñez agradeció al saliente comandante de las Fuerzas Armadas, general Williams Kaliman, por “coadyuvar en los momentos que nos tocó vivir y devolverle al Estado la paz y la democracia”, reportó el diario local La Razón.

A las nuevas autoridades castrenses, la mandataria boliviana señaló que asumen el mando en un momento crucial para el Estado, “en el cual nos toca a todos los bolivianos una tarea importante como es llevar a buen término esta etapa encaminada y dirigida a nuevas elecciones”.

El nuevo mando de las Fuerzas Amadas está integrado por Pablo Arturo Guerra Camacho, como jefe del Estado Mayor; el general Iván Patricio Inchausteel, como comandante del Ejército; Ciro Orlando Álvarez Guzmán, como comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), y el contraalmirante Moisés Orlando Mejía Heredia, como comandante de la Armada.

Áñez se proclamó la víspera como presidenta de Bolivia, luego que el domingo Evo Morales renunciase al cargo en medio de acusaciones de haber incurrido en un fraude en los comicios del 20 de octubre, que detonaron una serie de protestas a favor y en contra de su reelección.

Mientras se desarrollaba el acto en el Palacio Quemado, miembros de organizaciones que simpatizan con Morales llegaron desde El Alto a las cercanías de la Plaza Murillo -centro del poder político- para protestar contra Áñez.