Un fragmento de piel humana del tamaño de la uña de un pulgar puede ser impreso en menos de un minuto, de acuerdo a científicos de Singapur, en un avance que podría transformar la cosmética sin pruebas en animales y otras industrias.

 

Compuesto por células procedentes de donantes y colágeno, la piel in-vitro tiene las mismas propiedades químicas y biológicas que la piel humana, dijo John Koh, gerenta de laboratorios de la firma DeNova Sciences, que ha estado colaborando en el producto con la Universidad Tecnológica Nanyang de Singapur.

 

«Podemos ver que la industria está avanzando hacia las pruebas sin animales», dijo Koh. «Así que realmente queremos ofrecer una solución para pruebas en la piel sin utilizar piel de animales».

 

El equipo ha acelerado el proceso de fabricación mediante el uso de una máquina de impresión para colocar capas estampadas con precisión que imitan la piel humana. Cada pequeño trozo de piel tarda menos de un minuto en imprimirse, que es la cualidad distintiva de este proyecto.

 

La mezcla se incuba durante aproximadamente dos semanas, a medida que las células de la piel se multiplican y ganan opacidad, convirtiéndose en una membrana blanquecina.

 

La piel se puede usar para evaluar la toxicidad o el potencial de irritación de una sustancia y las cualidades penetrantes de los ingredientes activos en productos como los cosméticos.

 

El equipo se está enfocando ahora en desarrollar una piel que incluya células pigmentarias asiáticas para probar los efectos de cosméticos aclarantes y productos para el cuidado de la piel.

 

DAMG