El fin de semana de las estrellas en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional tuvo un gran desenlace después de hacer vibrar al público que se dio cita en el Auditorio General José María Arteaga de Querétaro.

 

A las 16:00 horas comenzó la emoción con el concurso de tiros de tres puntos que tuvo a representantes de ambas zonas, aunque fue uno de los más jóvenes quien se impuso con una puntería extraordinaria: Moisés Andriassi.

 

El jugador de los Capitanes de la Ciudad de México definió con tiros de gran manufactura que emocionaron al público, el cual gritó al momento que encestó su última canasta para proclamarse ganador.

 

Casi de inmediato se mandó el balón al aire para comenzar con el Juego de Estrellas. Una de las sensaciones de asombro la causó en todo momento Mamadou Ndiaye, jugador senegalés que pertenece a Correcaminos y que con sus 2.29 metros de altura fue una de las figuras imperdibles.

 

Quien se encargó de inaugurar la actividad en el marcador fue Orlando Méndez con una canasta de dos puntos y a partir de ahí comenzó el festival. Uno y otro equipo iba al ataque sin perder tiempo y se fue incrementando la suma de puntos con canastas de todo tipo.

 

Al medio tiempo, ambos equipos llegaron igualados a 59 puntos, dejando a la gente con ganas de más, pero en ese entretiempo se llevó a cabo el concurso de clavadas.

 

En esos minutos de descanso para las quintetas se erigió la figura de Manny Hernández. El escolta de Aguacateros de Michoacán fue el más espectacular frente al aro. Se le vio confiado en todo momento y no falló en cada una de sus ejecuciones. Contrario a al guiños otros participantes que por as que intentaron hasta tres veces la misma clavada, no pudieron.

 

La mirada de las personas no influyó en el desempeño de Hernández y por unos momentos emuló a Vince Carter en el concurso de clavadas que ganara en 2000 en la NBA. Terminada la espectacularidad de las clavadas, regresó la actividad para la segunda mitad.

 

La dinámica continuó como en la primera mitad. Las dos quintetas iban siempre al frente, gozando también de lo que es un juego de exhibición para lucir algunas de sus habilidades sin temor a que sean repudiadas en caso de fallar y que afecten el resultado de su equipo. Aquí estaba permitido probar nuevas maneras de retocar la pelota en la canasta.

 

Tanto en el final del tercer cuarto como en el final del partido, la Zona Oeste no perdió la ventaja en el marcador y fue la quinteta ganadora de la noche. Una magnífica actuación de Derek Reese, quien acumuló 31 puntos para ser el máximo encestador de todos los presentes, así como 10 rebotes para acabar como el segundo mejor de este sector.

 

Reese, por supuesto, fue nombrado el MVP (Jugador Más Valioso) del encuentro. 129-117 fue el marcador final que dejó a los presentes contentos y pidiendo por fotos con los protagonistas en la duela.

 

Así transcurrió el Juego de las Estrellas de la LNBP que paulatinamente va sumando aficionados que desean un baloncesto de mejor calidad, y es lo que la misma Liga pretende seguir haciendo. Esto no es labor de unos años, sino de un proyecto que se va formando con miras a ser una competencia referente a nivel continental, y hacia allá sigue la mira.

 

DAMG