Autoridades de México presentaron a representantes de Estados Unidos una propuesta para utilizar tecnología en puntos estratégicos de la frontera norte, al señalar que siete de cada 10 armas provienen de aquel país.
En un encuentro de seguimiento del subgrupo de tráfico de armas del Grupo de Alto Nivel de Seguridad México-Estados Unidos (GANSEG), se dio lectura a la propuesta mexicana de acuerdo bilateral para combatir el tráfico ilícito de armas de fuego y municiones.
En un comunicado conjunto de las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE), Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Defensa Nacional (Sedena) y Marina-Armada de México (Semar), se informó que con ese acuerdo se institucionalizaría el intercambio de información y se establecería un marco jurídico bilateral para realizar acciones de combate al tráfico ilícito de armas.
Destacaron que la propuesta de iniciativa, de la más alta prioridad para México, sugiere la utilización de tecnología para impedir el acceso de armas al país en todos los puntos fronterizos.
Inicialmente, agregaron, se propone llevar a cabo estas inspecciones en cinco puntos estratégicos: San Diego-Tijuana, El Paso-Ciudad Juárez, Laredo-Nuevo Laredo, McAllen-Ciudad Reynosa y Brownsville-Matamoros.
Adicionalmente, se fortalecerán las acciones de seguridad perimetral que están a cargo de la Sedena, la Semar, la Guardia Nacional y las policías estatales.
En el encuentro al que asistieron los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo; de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; y Marina, José Rafael Ojeda, también se presentaron las cifras históricas sobre aseguramiento de armas, así como un catálogo de las armas más utilizadas por la delincuencia organizada.
Ante funcionarios estadounidenses y el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, se compartió que durante la presente administración se han logrado asegurar siete mil 432 armas en México.
Mientras las armas largas más comunes en México son la ametralladora Browning M2 cal .50, el Fusil Barrett cal .50, así como los fusiles AR-15 y AK-47, todas fabricadas en Estados Unidos, y las empleadas por el crimen organizado proceden, en siete de cada diez casos, de ese país vecino.
También por México estuvo Audomaro Martínez, en su calidad de secretario técnico del GANSEG y representantes de la Guardia Nacional, entre otros.
Por parte de Estados Unidos asistieron el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, y el ministro-consejero de la Embajada, John Creamer, así como representantes de las agencias de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
Además del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), el Departamento de Estado de Estados Unidos (DOS) y la Oficina Internacional de Antinarcóticos y Procuración de Justicia (INL).
En el encuentro se hizo alusión a la elevada capacidad de fuego de los grupos criminales, abastecida por el tráfico ilícito de armas provenientes de Estados Unidos, poder destructor que quedó de manifiesto en los más recientes hechos de violencia.
El Gobierno de México también compartió evidencia empírica sobre la fuerte relación entre el tráfico de armas desde Estados Unidos y el aumento en el número de homicidios en México.
Asimismo, se presentó un mapeo de los puntos fronterizos por los cuales entran las armas al país, con el objetivo de establecer cuáles son las redes de venta, distribución e introducción a México.
CS