Una marcha masiva de habitantes de El Alto y familiares de fallecidos el martes, en un enfrentamiento en Senkata, llegaron cargando al menos tres féretros de sus muertos a unos 300 metros del Palacio Nacional, donde fueron reprimidos y gasificados por la Policía y el Ejército de Bolivia.

Además de portar los ataúdes, los manifestantes traían una muñeca de trapo con peluca, a la que comparaban con la presidenta transitoria Jeanine Áñez y la arrastraron por las calles mientras pedían su renuncia con cánticos y gritos.

Una vez disuelta la marcha, la Policía Nacional persiguió a manifestantes hasta varias manzanas de distancia en motocicletas y gasificó incluso a transeúntes y comerciantes.

Desde la mañana, los habitantes de El Alto se reunieron en Senkata, donde está la planta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), lugar donde el martes hubo un enfrentamiento para sacar de esas instalaciones 45 pipas con hidrocarburos, pugna en la que murieron nueve simpatizantes de Evo Morales.

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