Sindicatos ya no son opción de fuerza para los partidos: expertos

Luego de la renuncia del líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala, a 40 años de militancia del PRI o de la renuncia de Carlos Romero Deschamps a la Secretaría General del Sindicato de Pemex y ante la reforma laboral que democratiza a los sindicatos, académicos coincidieron en que estos organismos ya no son opción de fuerza para los partidos políticos.

El politólogo de la UNAM, Ulises Corona, consideró, sin embargo, que la salida de los dirigentes sindicales, “no necesariamente desmoronan los pilares, es decir hay una militancia libre y eso es para todos los partidos. Un dirigente ya no puede tener la capacidad de cohesión para un sindicato como la FSTSE o como el de Pemex”.

Dijo que la estructura priista no se ve afectada con la salida de los sindicalistas, “como sí puede dañar al partido, la impunidad por actos de  corrupción cometidos por funcionarios públicos emanados del mismo”.

El también académico de la UNAM, Edgar Ortiz Arellano, explicó la democratización interna del partido, le quitó a las organizaciones corporativistas como la CTM, FSTSE, CNC y muchas otras, la capacidad operativa y de aportación de votos.

Y señaló que este tipo de organizaciones se convirtieron en elefantes blancos y en una carga para el partido, “porque tenían cuotas, los legisladores en los puestos del partido, pero la realidad es que su aportación en términos de votos efectivos son muy pocos, porque a fin de cuentas los líderes sindicales o corporativistas no pueden garantizar o no podían garantizar que todos sus agremiados votaran por el PRI o por un candidato en particular”, explicó el académico.

Al respecto, el coordinador de los senadores del PRI y ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, señaló a 24 HORAS que si bien siempre ha creído en el sindicalismo, “tampoco pensé que eso era lo que nos daba la fuerza, el triunfo completo”.

Dijo que si bien forman parte importante del partido, los votos no los garantiza nadie, “ahora es con los ciudadanos, ahora es con la base y yo creo que para este partido y para cualquier partido ese debe ser el objetivo, ganarse a la base, ganarse a la sociedad en su conjunto para recuperar lo perdido”.

El también senador priista, Jorge Carlos Ramírez Marín, reconoció que si bien el PRI en algún tiempo fue un partido corporativista, esto ha quedado atrás.

En entrevista el senador por Yucatán, calificó de “muy saludable que el PRI esté compuesto por ciudadanos y por organizaciones que le son afines, pero donde cada socio de estas organizaciones tiene derecho a manifestar su voluntad”. Por tanto, señaló que los partidos corporativos ya no meren la pena seguir existiendo en el siglo XXI.

Frase

“Las organizaciones corporativistas que garantizaban cierto número de votos para el partido o para el Estado nación o para el Gobierno, dejaron de operar correctamente”
Edgar Ortiz Arellano, académico de la UNAM

LEG