La Justicia argentina condenó el lunes a dos sacerdotes católicos y al ex jardinero de un colegio para alumnos sordomudos de Mendoza por 28 delitos de abuso sexual y corrupción de menores.
Los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho fueron sentenciados a 42 y 45 años de prisión, respectivamente, mientras que el empleado del colegio, Armando Gómez, recibió 18 años de condena por los delitos de abuso sexual que denunciaron más de 20 exalumnos del Instituto Antonio Próvolo.
Por la causa ya había sido condenado a 10 años de prisión el monaguillo Jorge Bordón, quien en 2018 confesó ser autor de 11 abusos durante un juicio abreviado.
Este lunes se cumplen 3 años desde que se dieron a conocer las primeras denuncias contra los sentenciados, que culminaron en uno de los escándalos de abuso sexual más grandes de la Iglesia Católica en Argentina. Estos delitos le han costado a la iglesia miles de millones de dólares.
DAMG