El “robo hormiga” se triplicó en los últimos tres años en el país. De acuerdo con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), este delito reportó a los empresarios pérdidas por más de 13 mil 100 millones de pesos en 2018.

 

Se tiene un registro de 300 bandas de farderos que operan en el territorio nacional, de las cuales el 10 por ciento se localizan en la Ciudad de México y el área conurbada. La zona metropolitana es la más afectada por este delito.

 

“Nos hemos encontrado que hay bandas que se especializan en ciertos formatos y solo roban en un tipo de tiendas, por lo que se van especializando. Lo lamentable, es que muchas veces están involucradas familias completas, desde los abuelos hasta los nietos”, comentó Manuel Cardona, director de relaciones con el gobierno de la ANTAD.

 

Aunque han resultado insuficientes los esfuerzos para terminar con este tipo de crímenes, empresas especializadas de seguridad privada, como Prosegur, han desarrollado tecnología con la finalidad de disminuir y prevenir la incidencia de este tipo de robo en las tiendas departamentales, de autoservicio y retail.

 

Una de las varias innovaciones tecnologías que han implementado es colocar diferentes sensores inteligentes que detectan cuando las mercancías, sobre todo las más valiosas, son tomadas en un volumen mayor al habitual, con manejo brusco o separar un artículo del resto. Esto activa una alarma que advierte al personal de la tienda y a un centro de monitoreo vía video remoto con la finalidad de detectar un posible intento de robo.

 

Con la finalidad de conservar la estética, discreción y experiencia de compra en las tiendas, Prosegur también desarrolló un diminuto sensor que es colocado en las salidas de los comercios, que reaccionan con una alarma en caso de que se sustraiga un artículo que no se pagó. Estos sensores sustituyen los arcos y detectores tradicionales “over head”.

 

Según el XIX Censo Nacional de Mermas y Prevención de Pérdidas del Mercado Minorista 2019, realizado por una empresa especializada, el presupuesto de seguridad de los comercios aumentó hasta en un 58 por ciento en 2019.

 

A pesar de que este tipo de robo es denunciado y existe un alto índice de detenciones, los criminales reinciden debido a que las penas judiciales son menores y no es considerado un delito grave.

 

DAMG