Todo parecía que la producción diaria de crudo en Pemex se empezaría a estabilizar y que mayo fue el mes de menor producción en el año cuando se conoció en su momento, el dato de septiembre, cuando la producción diaria alcanzó un registro de 1.71 millones de barriles diarios y representaba el mayor nivel de producción diaria en 2019.
Sin embargo, el dato de octubre volvió a generar un foco de atención urgente de preocupación, cuando se registró una producción diaria de crudo de 1.655 millones de barriles diarios.
Pemex anunció que la caída de producción diaria obedece al mantenimiento programado y anunciado del Barco llamado “El señor de los mares” que recibe el petróleo de los campos de Pemex de Campeche y separa el aceite. Estimaban una caída que rondaría los 33,000 barriles diarios y el ajuste fue superior a los 49,000 barriles diarios.
La caída de octubre representó -2.9% contra septiembre y en el año, promedia 1.68 millones de barriles, muy lejos de 1.79 millones de barriles estimados por el gobierno federal para 2019 y que a mediados de año, inclusive, lo había corregido desde 1.85 millones de barriles inicialmente estimado.
Al compararlo frente a octubre de 2018, la caída fue de 5.1%, justo cuando inició un fuerte y rápido descenso en la producción diaria de crudo en Pemex.
La preocupación ya no es el cierre de 2019 en donde Pemex y el gobierno federal estarán muy lejos del objetivo estimado. El problema es para 2020, donde el gobierno federal en el presupuesto, estimó una producción diaria de crudo de 1.95 millones de barriles diarios.
Con el dato promedio de 2019, representa un aumento de 16% que requiere de una recuperación en la producción diaria de crudo de 270,000 barriles entre Pemex y sus socios, situación que francamente se ve muy complicada.
El presupuesto 2020 se enfoca en gran medida a los programas sociales del Presidente Andrés Manuel López Obrador y al sector energético. Sin embargo, Pemex tendrá vencimiento por deuda en alrededor de 9,000 millones de dólares. Requiere de mucho flujo.
Viene de nuevo el cuestionamiento. Qué sucederá con las calificadoras hacia la revisión de Pemex y también de la Nota Soberana al ser ya muy dependiente del gobierno federal.