Especialistas en relaciones internacionales coincidieron en que la declaración del presidente Donald Trump de clasificar a los cárteles mexicanos como terroristas tiene como fondo distraer la atención de otros temas, particularmente la intención de enjuiciarlo políticamente en su país.
Para el politólogo experto en relaciones internacionales y académico de la UNAM, Jorge Hernández Tinajero, lo expresado por Trump es más una maniobra política.
“Digamos que en una suerte de manual básico del gobernante estilo Maquiavelo, pues la intención de Trump es muy evidente y es llamar la atención hacia otros lugares.
“La idea de declarar a las organizaciones de narcotráfico como terroristas no es nuevo, pero se ha dejado de lado el proceso político de algo así. Trump dice muchas cosas, pero no necesariamente cumple todo”, expuso el también académico.
Enfatizó que la idea de combatir cárteles como si fueran organizaciones terroristas es un error táctico, y si la intención real es atacarlos, habría que discutir entonces la legalización de las drogas.
Son muy buenos -abundó Hernández Tinajero- para decir que en México no se hace lo suficiente, pero sus sistemas de aduanas e intercepción de narcóticos no es de lo más eficaz del mundo, dado que la disponibilidad de drogas en Estados Unidos es absoluta.
Añadió que el Gobierno estadounidense tendrá que valorar a fondo el impacto que tendría designar como terroristas a los cárteles mexicanos, pues dentro de las medidas, cuando una organización es declarada terrorista, es que el gobierno puede congelar activos de actividades conexas.
“Por ejemplo, precursores que se utilizan en México para procesar la goma de opio en heroína son vendidos casi exclusivamente por empresas estadounidenses de manera legal”, explicó.
Consideró que todo se inscribe en un asunto de “pantomima política” a la que también se ha sumado el Gobierno mexicano, con la misma intención de desviar la atención de temas de mayor trascendencia como el estancamiento de la economía.
Por su parte, el también especialista en relaciones internacionales y académico de la Universidad del Valle de México, Juan Roberto Reyes Solís, dijo que aunque es una medida muy arriesgada la que pretende el mandatario estadounidense, no deja de ser retórica.
“Trump aprovecha cualquier oportunidad para desviar la atención, incrementar su popularidad o tensar el ambiente, y la propuesta que hace la familia LeBaron es una medida bien delicada.
“Es una cortina de hierro porque la comunicación política se desvía de una manera tan acelerada, que tiene todas las circunstancias para ser aprovechada por el Presidente (Trump) y desviar la atención hacia otros aspectos”, comentó.
Expresó que la acción propuesta es un proceso muy complejo y que no podría entrar de manera inmediata, a pesar de la percepción que se ha creado de que habría intervenciones próximamente.
LEG