Amnistía Internacional informó hoy que cada dos horas y media una mujer es asesinada en México.
De acuerdo con Marta Martin-Roldán, doctora en derecho y maestra en criminología y políticas públicas en la Universidad Pompeu Fabra, esta violencia se extiende en todo el país, su alcance es global y llega incluso a las cárceles del país, en donde se agudiza la violencia física y sexual en contra de las mujeres de escasos recursos.
Al participar en el VI Coloquio de Reinserción Social: Situación de las Mujeres en el Sistema Penitenciario, organizado por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, la consejera de Amnistía Internacional dio a conocer que a nivel global una de cada tres mujeres han vivido violencia física y sexual a lo largo de su vida.
Mientras, 66.7% de las mujeres en el país han sufrido algún tipo de violencia por lo menos una vez en su vida, y uno de los sectores más vulnerables y propensos a sufrir violencia generalizada son las mujeres extranjeras, las indígenas, las reclusas y transgénero.
“La violencia de género es extensa en cuanto a las formas, comentarios machistas, acoso en espacios laborales, feminicidios, que son la forma más grave de violencia de género. La violencia de género es una violación a los derechos humanos que hace que incluso las personas que provienen de situaciones de marginación caigan en si sistema penitenciario perpetrando y agudizando esta espiral de violencia”, dijo Marta Martin-Roldán.
Durante su intervención, la consejera de Amnistía Internacional explicó que ya en prisión, las mujeres son abandonadas más frecuentemente por sus familiares y quedan más vulnerables a cualquier tipo de violencia.
En el sistema penitenciario en México, sólo 5.2% son mujeres, mientras que 6.9% de las mexicanas se encuentra privada de su libertad.
También explicó que el sistema penitenciario no toma en cuenta las necesidades de las mujeres y que la violencia de género tiene una relación directa con la privación de la libertad, como es el caso de las mujeres que van a la cárcel por la tipificación del aborto como un crimen.
“El sistema judicial no toma en contexto que las mujeres cometen el homicidio en defensa de otros abusos”, detalló Marta Martín-Roldán.
PAL