Por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, la pena contra el ex presidente brasileño (2003-2010) Luiz Inácio Lula da Silva aumentó de 12 años y 11 meses a 17 años, determinó el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Brasil.

Lula da Silva pasó un año y siete meses en prisión. Al salir (el 8 de noviembre), se proclamó inocente y acusó persecución política.

Su encarcelamiento le impidió contender contra el actual mandatario, Jair Bolsonaro, pero ahora mira hacia las elecciones presidenciales de 2022.

La decisión de dicho Tribunal Regional no conduce al líder del Partido de los Trabajadores (PT) de regreso a prisión… al menos no inmediatamente.

El ex líder sindical, de 74 años de edad, lleva a cuestas la condena por presuntamente beneficiarse de obras millonarias en Atibaia, Sao Paulo, con la participación de las firmas Odebrecht, OAS, Schahin, que habrían operado un esquema de corrupción para recibir contratos de la empresa de mayoría estatal Petrobras.

El Supremo Tribunal Federal dictaminó hace tres semanas que una persona solo puede ser encarcelada una vez que se hayan agotado todas las vías de apelación apropiadas, por lo que Lula fue puesto en libertad. Su defensa sostiene que Sergio Moro, el juez que llevó el caso en su contra, y que ahora es ministro de Justicia de Bolsonaro, actuó de forma parcial.

Por esa razón presentarán una apelación, si con ello se anula la condena de Lula, nuevamente podría postularse a un cargo público, pero si la pierde, el ex mandatario podría regresar a prisión.

El embrollo empeoró esta semana, cuando el Tribunal Regional aumentó la sentencia, una determinación en contrasentido a la del Supremo Tribunal Federal… que lo sacó de la cárcel.

Hasta ahora, Lula tiene derecho a permanecer en libertad mientras interpone nuevos recursos ante otras dos instancias judiciales, lo que lo mantiene inhabilitado para presentarse como candidato a cualquier cargo público.

En entrevista con el diario español El País, adelanta que realizará una gira por el país, pero primero se casará, eso sí, todo después de las fiestas decembrinas.

LEG