Foto: Cuartoscuro/Archivo García Demurer señaló que otro de los retos de la atención del VIH es vincular a las personas diagnosticadas al proceso de atención médica y darles acceso al tratamiento antirretroviral  

Derivado de la mejoría de los tratamientos del VIH, los jóvenes, quienes registran 45% de los 11 mil casos de infección anuales en México, han disminuido la prevención de enfermedades de transmisión sexual, señaló el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

 

La mejoría en los tratamientos no debe ser motivo para bajar la guardia ante los riesgos de contraer el VIH; particularmente los jóvenes, quienes han perdido el miedo a la enfermedad, deben saber que actualmente la mayoría de los diagnósticos se hacen en etapas avanzadas”, indicó el infectólogo del ISSSTE, Luis Gerardo García Demurer.

 

Informó que en el ISSSTE actualmente se atiende a nueve mil 630 pacientes con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) del país a quienes se les otorgan tratamientos recomendados por la Guía de Manejo Antirretroviral de las Personas con VIH 2019.

 

García Demurer señaló que otro de los retos de la atención del VIH es vincular a las personas diagnosticadas al proceso de atención médica y darles acceso al tratamiento antirretroviral hasta mantener una carga viral indetectable, ello, con el fin de brindarles una buena calidad de vida y un envejecimiento saludable.

 

“Si bien hay grupos vulnerables como hombres que tienen sexo con hombres, las y los trabajadores sexuales, mujeres transgénero, personas que viven en la calle y poblaciones privadas de su libertad, todas las personas con vida sexual activa están expuestas a contagio del VIH sin distinción de edad, sexo, preferencia sexual y condición social, por lo que cuidarnos es responsabilidad de todos”, apuntó.

 

En cuando al tratamiento, el especialista detalló que la tendencia ha sido producir medicamentos más potentes en dosis más pequeñas y tolerables, por lo que existen nuevos fármacos en protocolo de prueba inyectables con efecto terapéutico de 24 semanas, así como de dispositivos bajo la piel que liberan el medicamento durante un año.

 

RYHP