Se cumple un año de que AMLO asumió la presidencia de este país, rodeado de una gran nube de esperanza y de gente que votó por el cambio que vendió a lo largo de casi dos décadas de campaña.
La población que esperaba una conducción responsable del país, solo vio como se consumaba el presidencialismo totalitario que ponía como su primer factor de cambio el culpar al pasado.
Y así las cosas, AMLO y sus aliados han pasado 12 meses viendo al pasado y no asumiendo su responsabilidad de marcar directrices claras que garanticen la gobernabilidad y el crecimiento de nuestro país.
Mientras seguía creciendo el show de un presidente sin rumbo ni idea y con un profundo interés en ser visto y reconocido como un héroe, el pais se sumergía en la peor crisis de inseguridad de la historia.
Sin tacto, empatía y humanidad para las victimas el presidente minimiza el caos que vivimos todos los días y en cambio a los que debe de combatir muestra la cara benevolente de un estado fallido.
Podríamos decir que se trataría de una curva de aprendizaje, pero la realidad es otra ya que él lleva una vida identificando y señalando los problemas del país, ahora es más que evidente que se trata de la incapacidad de alguien que fue formado solo para criticar y vivir del erario y no para gobernar.
Este domingo salieron miles de mexicanas y mexicanos a las calles para levantar la voz en un ambiente de paz y con la convicción de no permitir más ser parte de un experimento donde estemos a expensas de la prueba y el error que están causando un gran daño al país.
Personas de todo México, de toda la ciudades y de todos los estratos sociales salieron a las calles a manifestarse en contra de los abusos del actual gobierno y sobre todo en contra de ser parte de ese experimento llamado cuarta transformación .
La población marchó en contra de la ola de inseguridad, del nulo crecimiento económico, de la forma clientelar y electorera de la distribución de los apoyos sociales, del manejo irresponsable del presupuesto público, de la incapacidad de los gobiernos morenistas para atender los asuntos prioritarios que están dañando al país.
Las y los ciudadanos que participaron en la manifestación de este domingo dieron una lección al gobierno local y federal de civilidad, de responsabilidad y de un profundo amor a México
Hoy se cumple un año de esperanzas rotas, hoy se cumple un año de estancamiento, pero en medio de todo ese caos hay millones de voces que se levantan y que no permitirán que este país se derrumbe, dejando claro que somos más los buenos y que exigimos al titular del ejecutivo dejar de experimentar y ponerse a gobernar.