A 16 días de celebrar la Nochebuena y Navidad en la Ciudad de México, Elizabeth López, productora de árboles de Navidad en El Pinar de la Cima, exhorta a las y los capitalinos a acudir a una plantación registrada y autorizada para sembrar árboles de Navidad y cortarlos de tal modo que de sus trancos pueden brotar nuevos árboles.
Comenta que en estos lugares nunca se deja de sembrar y se hace constantemente una renovación del bosque: “No hacemos tala, hacemos corte, eso le explicamos a la gente que se lleva el árbol, como una flor, es decir, se lleva la parte de arriba que es lo que le va a servir de adorno pero nosotros, en la mayoría de casos, seguimos con el tronco vivo que eso nos va a generar el crecimiento de otro árbol”.
Desde el kilómetro 43.5 de la carretera federal a Cuernavaca, Elizabeth explica que las plantaciones establecidas y autorizadas por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) permiten el cuidado y vigilancia del bosque, “con esto erradicamos la tala ilegal”.
Asegura que en sus hectáres se ha logrado segundas y terceras generaciones de árboles de Navidad: “En promedio son árboles de 1.50 o 2.10 metros que es el ideal para las casas y eso lo determina la edad del árbol que estamos hablando de 7 u 8 años (…) No permitimos que se corte antes del tiempo establecido ya que es un árbol tierno. Permitirnos sacar nuestra cosecha en el tiempo correcto a nosotros nos permite renovar el bosque y estar metiendo constantemente arbolitos en las reforestaciones”.
Elizabeth hace hincapié que un árbol nuevo siempre traerá servicios ambientales como captura de agua, de carbono y también como refugio de flora y fauna.
“Son muchos beneficios, estamos deteniendo la mancha urbana, estamos protegiendo la zona de conservación con el árbol mexicano. Con este tipo de explicaciones, la mayoría de la gente regresa el árbol, nosotros lo trituramos y lo devolvemos al suelo del bosque o lo usamos como composta”, precisa.
Explica que para considerar un árbol maduro que se puede ir en estas fechas decembrinas se requiere 8 años, ya cuando tenga las condiciones, el tamaño y la altura realizan el corte adecuadamente: “Ya tenemos 16 años haciendo esta práctica y seguimos renovando el bosque”.
Sostiene que los árboles de Navidad cortados representan un porcentaje mínimo al que se siembra: “Para que lleguemos a que el arbolito se vaya ya pasó desde la sembrada, cajeteo, deshierbe, plagas, vigilar humedad, estarlo podando hasta que llega a la edad”.
La productora de El Pinar comenta que desde hace 5 años se promueve también la tendencia del árbol en renta. Se trata de la especie Douglas y el Oyamel que son más propias para tenerlos en maceta.
“Bajo esta modalidad el árbol se lo lleva la gente y decide trasplantarlo porque ya tienen un lugar. La tendencia de rentar árboles de Navidad viene más fuerte pero aun es pequeña a comparación del árbol de corte”.
DAMG