Ucrania adquirió relevancia informativa en tiempos recientes debido al escándalo en que se vio envuelto su presidente, Volodímir Zelenski, por la llamada telefónica que intercambió con el mandatario estadounidense, Donald Trump… y que le costó al último nada menos que su juicio político, un proceso legislativo que incluso lo podría separar del cargo.
Sin embargo, el país europeo es más que eso, y Naciones Unidas pone un pesaroso ejemplo.
Las minas se han convertido en un peligro para la salud física y el bienestar psicológico de medio millón de niños en su región este, advierte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
En total, 172 niños han muerto o resultado heridos por minas o restos de explosivos. La más pequeña era una niña de solo un año. Solo en 2019, ha habido 36 ataques a escuelas y 80 a infraestructura de agua y saneamiento. UNICEF pide a las partes que pongan fin a las hostilidades.
La región se ha convertido en uno de los lugares más contaminados por las minas terrestres, a pesar de las recientes medidas destinadas a proteger los derechos de los menores afectados por este conflicto que se desarrolla desde hace más de cinco años.
A fines de febrero de 2014, una crisis política en el país se convirtió en una confrontación violenta cuando Rusia se anexó Crimea, lo que provocó el estallido de un conflicto a gran escala entre fuerzas gubernamentales y separatistas en el este del país.
Los líderes ruso, Vladimir Putin; de Ucrania, Volodímir Zelenski; acompañados por Emmanuel Macron, presidente de Francia, y la canciller alemana Angela Merkel, estuvieron juntos ayer para la consolidación de un acuerdo de paz, luego de la crisis de Crimea, un conflicto bélico que ha causado más de 13 mil muertos, de acuerdo con la ONU.
LEG