La renuncia anunciada a finales de noviembre de Ricardo Ruiz a la coordinación de la bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, provocó el desacuerdo y la división de los legisladores para lograr consenso sobre quien lo sustituirá.
Tras más de cuatro horas de reunión plenaria de dicha bancada, que inició al concluir el periodo ordinario del Congreso capitalino, en un encuentro donde los gritos estuvieron a la orden del día, y que un grupo de morenistas encabezados por Valentina Batres y Guadalupe Chávez abandonaron el salón y el recinto legislativo, y se quedó un segundo grupo al frente José Luis Rodríguez.
En entrevista luego de abandonar la reunión plenaria, la diputada Guadalupe Chávez declaró que buscarán que las comisiones de Honestidad y Justicia de Elecciones de Morena a nivel nacional, convoquen a la elección de quien será el próximo coordinador, mientras tanto se declararon en receso.
El diputado José Luis Ruiz, quien encabeza el segundo grupo de diputados de Morena, reconoció en conferencia de prensa que la bancada se queda sin coordinador, que no hay fecha de reunión para continuar con ese proceso de renovación.
Tras invitar a todo el grupo a llegar a un consenso, aclaró que la situación se da porque en Morena tienen libertades por ser integrantes con pensamientos distintos.
También advirtió que no hay rompimiento entre los integrantes de la bancada de Morena, pero se requiere voluntad de todos para concretar la renovación en forma responsable.
Antes de la reunión, el diputado Ricardo Ruiz, quien presentó su renuncia con carácter de irrevocable el 22 de noviembre pasado, reiteró que deja la coordinación de Morena más no al partido, porque los conflictos internos continúan, lo que significa que el grupo queda en absoluta libertad de elegir a su nuevo coordinador.
Agregó que “hay acciones inadecuadas y contrarias a los principios del partido en el manejo administrativo del Congreso, por personal que fue propuesto por integrantes de la fracción.
“El hecho de que no exista dirección y una estructura de Morena, como partido, que podría actuar para encauzar e intervenir para resolver algunas de las problemáticas, es también un factor que impide dar cauce institucional en términos de la normatividad y principios partidarios a algunas de las tendencias o conductas que están sucediendo al interior de la fracción”, puntualizó.
gac