Recientemente me compartieron la fotografía de una competencia que correspondía a los juegos deportivos infantiles y juveniles paralímpicos que se desarrollaron este año; en esa gráfica había dos jovencitas orgullosas, que ocupaban el primer y segundo lugares en el podium de la competencia de nado sincronizado.
La joven que se encontraba en primer lugar portaba aún el uniforme de pants azul, sudadera gris y el logotipo de la pasada administración de Miguel Hidalgo, y sostenía orgullosa su medalla de oro teniendo como fondo la alberca olímpica Francisco Márquez del complejo México 68, en alcaldía de Benito Juárez.
En contraste, había otra fotografía de la instalación de la primer sesión del Comité del Deporte en Miguel Hidalgo; ahí los chicos portaban uniformes de color rojo con detalles negros.
Todo esto, sumado a una publicación en Twitter en donde había quejas porque en la competencia de tiro con arco todos los atletas que representaban a la misma alcaldía habían tenido que ir sin uniformes, esto es: sin la imagen institucional de la alcaldía a la que representaban.
Haciendo una revisión respecto al destino de los recursos generados por el uso y aprovechamiento de las instalaciones de la Alcaldía que durante 2018 (donde los principales generadores de recursos son los deportivos), estos ascendieron a un monto superior a los 53 millones de pesos, de los cuales sólo un millón 399 mil pesos se habían destinado a los rubros de “mantenimiento a deportivos” y “artículos deportivos”.
En comparación al corte de octubre de este año en materia deportiva y de este mismo recurso solo se había destinado 426 mil 483 pesos con el rubro “Carrera Chilangos Run”.
Los uniformes que tradicionalmente se le entregan a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes que representan a cada alcaldía son el reflejo de la Identidad Institucional, alimentan el sentido de pertenencia y les permite identificarse como lo que son: quienes representan a la comunidad que vive en su alcaldía.
Todos ellos motivo de orgullo y satisfacción de ser deportistas, pero el competir no solo les demanda altas jornadas de entrenamiento, sino también la exigencia y disciplina.
Mucho se ha dicho respecto a que la deserción de deportistas y entrenadores es práctica común, pero no podemos cuestionar a estos jóvenes si no podemos darles lo mínimo indispensable para cumplir con el objetivo impuesto como el juego de pants que portan como uniforme en cada competencia.
Apenas en el ciclo pasado, la Alcaldía Miguel Hidalgo obtuvo 366 medallas de oro, ocupando el primer lugar en los Juegos Deportivos, Infantiles, Juveniles y Paralímpicos de la Ciudad de México; hoy ha pasado al tercer lugar con 153 medallas de oro.
Ojalá nuestras autoridades puedan revisar las prioridades, respecto al destino de los recursos y el apoyo a los jóvenes que representan a nuestra comunidad.