El sector empresarial nacional celebró el incremento salarial, en donde el salario mínimo general pasó de 102.68 a 123.22 pesos y en la frontera norte de 176.72 a 185.56 pesos.
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) aseguró que el aumento permitirá abatir el rezago en materia de sueldos. De igual forma, comentó que es el aumento más relevante en los últimos 32 años.
“El diálogo y la concertación entre los representantes de los sectores patronal y de los trabajadores, así como de autoridades del Gobierno Federal, hicieron posible lograr un incremento salarial que sin duda contribuye al abatimiento del rezago histórico en materia de sueldos, ya que estará por encima del nivel inflacionario estimado para el próximo año”, refirió a través de un comunicado.
Por separado, Francisco Cervantes Díaz, presidente de la Concamin, aseguró que el nuevo salario mínimo fue un monto que se revisó entre empresas y el sector obrero, el cual tendrá un ajuste progresivo que ayudará al bienestar de la población.
“Lo estuvimos revisando y hay una postura consensuada. Principalmente hacia el interior y también con el sector obrero. Fue un tema de muchas horas de negociación”, recalcó. En paralelo, aseguró que las empresas serán capaces de aguantar dicho incremento.
Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), argumentó que el aumento es resultado de la Nueva Cultura Salarial Coparmex, como parte de los esfuerzos para combatir la pobreza y desigualdad de las familias en el marco de una agenda humanista que pone a las personas como base de la economía.
“Estamos muy contentos de que en este tema podamos coincidir a plenitud con el presidente Andrés Manuel López Obrador”, añadió.
De igual forma, Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México (Banxico), celebró el aumento al salario mínimo y consideró que fue un aumento justo y necesario, el cual contribuirá a fortalecer la economía popular.
Pedro Tello, analista económico, argumentó que se debió considerar el entorno actual de la economía nacional, ya que muchas empresas sufrieron impactos por la desaceleración.
“Es una decisión expresa e innecesaria. Es algo que se torna complicado bajo un contexto de desaceleración económica en donde muchas empresas se vieron afectadas. También se debe considerar que está en juego la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y el apartado laboral no pinta nada bueno”, aseveró.
LEG