La reforma laboral, clave para democracia sindical: Luisa María Alcalde
La implementación de la reforma laboral es un cambio de cultura para combatir de frente los contratos de protección patronal y, abre las puertas a los procesos de democracia sindical, indicó Luisa María Alcalde Luján, secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS).
La funcionaria reconoció que hay resistencia en los sindicatos por democratizarse, “pero también me da la impresión de que hay un entendimiento de que ya el modelo estaba agotado; que ellos –los sindicatos y los líderes– se necesitan modernizar, (así como) una mayor participación por parte de los trabajadores”.
En una entrevista con 24 HORAS, dijo ser optimista y que la reforma laboral estará implementada en 2022; “es decir, tres años después de haberse aprobado. Luego quedaría un último año para ir concluyendo con los procesos de legitimación, porque ahí sí la ley habla de cuatro años”.
¿En esta administración, los salarios serán equiparables con los de Estados Unidos y Canadá?
-Lo que está claro es que vamos por una ruta de recuperación paulatina, responsable, y decidida. Me parece que eso dependerá de qué condiciones hay.
Por ahora fue muy importante el acuerdo que se consiguió con el sector empresarial y con el de representantes obreros; para para este año el incremento que se dio: 16% y 100% en la frontera. Ha dado muy buenos resultados y a parte no generó inflación, que era el gran fantasma.
Estamos ahora en pláticas, los próximos días se tomara la determinación del próximo salario mínimo que aplicara en 2020 y hay buena actitud de los sectores. Lo ideal es que salga pro consenso y que lo respalde el sector empresarial, los trabajadores y el gobierno.
¿La reforma laboral en México es una arista para que se firme el T-MEC?
-Formó parte como un elemento esencial en el Tratado comercial; creo que es una buena noticia. El TLC dejó de lado todo el tema social y laboral, y se concentró únicamente en la parte comercial. Hoy, al modernizar el tratado se introduce la cuestión laboral y el respeto a los derechos de los trabajadores.
El respeto, digamos a sus derechos colectivos, a la libertad y a la negociación, eso fue un elemento importante, con compromisos específicos asumidos por México en el marco del tratado que han venido a fortalecer este proceso de cambio de modelo laboral.
Tiene sentido, porque finalmente lo que dicen –y en esto coinciden los canadienses y Estados Unidos–es que en México durante mucho tiempo, las condiciones desfavorables, los salarios bajos y los contratos de protección han llevado a niveles de condiciones de empleos muy bajas; para ellos significan una competencia desleal.
Y para nosotros significa, obviamente, que la enorme mayoría de gente que trabaja no le alcanza ni para lo más indispensable, pues ese modelo de desarrollo está totalmente agotado y esa es una de las razones por la que ganó el proyecto nuevo.
¿Quedó descartada en el T-MEC la figura de inspectores laborales, qué riesgos implicaba?
-Estados Unidos quería tener inspectores en México para verificar la implementación de la reforma laboral, cosa que no se aceptó.
Lo que se avaló es en beneficio de los tres países, y es la posibilidad de crear paneles (integrados) por tres personas –un mexicano elegido por Estados Unidos, un estadounidense elegido por México, y un tercero en acuerdo de ambos– para hacer una investigación si en cierta empresa se violentó un derecho de libertad o de negociación colectiva, y en caso de determinar que en efecto hubo una violación, se pueda sancionar. (Esta pregunta se realizó previo a la propuesta de agregados laborales del Congreso de Estados Unidos que fue enviada el viernes 13).
Ahora está la creación de los Paneles de Solución. ¿usted formará parte de éstos?
-No en realidad, como funciona es que México hace un listado de 15 personas y dentro ese elegirá Estados Unidos a una. No creo que en mi carácter de secretaria me toque estar frente al panel, pero no lo sé, ya se determinara en su momento.
Lo que sí nos toca es el procedimiento previo al panel, antes de instalarse o de solicitarlo, se tuvo que haber concluido un procedimiento interno en el país, de 85 días.
Primero a la Secretaría del Trabajo le va a tocar investigar en caso de que Estados Unidos considere una violación en alguna empresa. México tendrá que hacer su investigación y, en su caso, presentar un plan de reparación.
Sólo cuando se considere, por parte del otro país, que no se actuó o que no se repuso el procedimiento o no se concluyó satisfactoriamente, se abriría el panel.
¿Tiene México la capacidad para responder a las denuncias presentadas y, de cumplir con los requerimientos del T-MEC en materia laboral?
-Sin duda. Más allá del panel o no, debemos dar cumplimiento tajante a la Ley Federal del Trabajo, nosotros como autoridades, pero también los sindicatos y las empresas tienen que respetar las reglas.
En un ambiente de cumplimiento no tendría por qué haber ningún problema, ni investigación por nuestra parte ni la creación de un panel. Pero si se insiste en violentar derechos, entonces tendrían que crear estos paneles y ser acreedores a las sanciones establecidas en las leyes mexicanas, no nada más el tema del panel.
Si por ejemplo, un sindicato no elige a su dirigente a través del voto personal, libre, directo y secreto, pues la autoridad no le tendrá proreconocido la dirigencia, simplemente porque no respetó las reglas. Si no es a contentillo, no es a voluntad, es la normatividad vigente y una obligación de las partes.
¿Cómo se está implementando el tema de la equidad de género?
-Hay un elemento muy importante que tiene que ver con que es obligación de los sindicatos el introducir dentro de sus estatutos, no solamente lo del voto secreto, sino también un apartado donde habla de la proporcionalidad en razón de género en las dirigencias.
Eso va a ayudar mucho porque empieza a abrir las puertas para que más mujeres participen en las organizaciones gremiales, no que nada más que sean parte de los sindicatos, sino que sean dirigentes.
Entre los pendientes de la STPS está que las mujeres perciban salarios justos, ¿cómo lograr esto?
-Hemos hecho varios esfuerzos, uno es justamente haber incrementado el salario mínimo, lo que impactó y redujó la brecha de género.
Tenemos un reto gigantesco, pero es cierto que eso nos ha venido ayudando a poder hacer más pequeña esta diferencia, y lo otro, tenemos protocolos claros en la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) para cuando se identifica que en alguna empresa o centro de trabajo paga de manera diferenciada, ahí entramos a defender a las trabajadoras.
El senador Martí Batres ha propuesto reformar los artículos 85 y 90 de la Ley Federal del Trabajo para mejorar el poder adquisitivo de los salarios y nunca sea menor a la inflación. ¿Es viable esta propuesta?
-Es viable. Creo que lo que es increíble es que durante años el salario mínimo haya incrementado por debajo de la inflación, eso generó que se perdiera 75% del poder adquisitivo.
Yo creo que es una propuesta viable, pero como ha venido señalando el Presidente (López Obrador), dejar muy claro que esa es una decisión del Congreso, de la Cámara de Diputados y Senadores, tocará a ellos decidir y aprobar esas iniciativas.
La democracia sindical es un tema que preocupa a los congresistas de Estados Unidos. ¿Ve usted nerviosismo de algunos líderes porque rueden sus cabezas?
-Por su puesto. Es obvio que de tener prácticas desde hace muchos años de cierta manera, siempre los cambios traen ciertas resistencias, los vemos en la presentación de amparos de muchos sindicatos.
Claro que hay resistencia, pero también me da la impresión de que hay un entendimiento de que ya el modelo estaba agotado, de que se necesita modernizar.
La CTM fue la que impuso amparos ante la Ley Laboral ¿cómo va ese proceso?
-Cerca de la mitad ya han sido ganados y les tocara a los tribunales decidir de los más de 200 amparos que restan. Pero sí vale la pena señalar algo, que en caso de que se ganará alguno de los amparos aplica para el sindicato que se amparó, no para todos.
Estoy muy confiada en que difícilmente se podrán ganar estos amparos, porque la ley está muy bien hecha, el Congreso se esmeró en hacer una ley acorde a la Constitución y simplemente no creo que haya cabida a que se otorgue que algún sindicato no cumpla con las reglas básicas.
¿De qué se están amparando?, pues no quieren transparencia en las cuotas, no quieren voto directo… Creo que eso no se les va a conceder. No me toca a mí decirlo, les toca a los tribunales y eso ya será en su momento.
El secretario general de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, dijo que ve con mucho optimismo al Gobierno federal de que en cuatro años se esté implementando al 100% la reforma laboral ¿Cuál es su opinión?
-Sí es muy posible que se logre, yo respeto muchísimo al senador y trabajamos de manera muy coordinada, pero considero que no (es optimismo), ya son otros tiempos y estamos coordinándonos muy bien con las entidades federativas y con los diferentes poderes para estar respetando los plazos.
Incluso diría que yo hasta menos de 4¿cuatro años, no me atrevería asegurarlo, pero según nuestros planes, la implementación se da en tres etapas y va a concluir en mayo de 2022; es decir, tres años después de haberse aprobado la reforma.
¿Para cuándo será la elección del nuevo secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM)?
-Me parece que estará sucediendo en los próximos meses. Lo que sí es verdad es que todos los sindicatos deben cumplir con la normatividad laboral vigente. Entonces, se debe realizar una votación democrática, transparente y abierta a través del voto personal, libre y secreto.
La toma de nota se otorgo a quienes cumplen con los requisitos, y lo requisitos actuales hablan justamente de que la votación debe ser directa. Entonces, todos los trabajadores sindicalizados tendrán que elegir de manera libre quién va a ser su dirigente. Esto ya no se puede hacer a través de terceros, ya no se puede tener designados congresistas o representantes que a su vez voten por el secretario general, ya van a tener que hacer una votación directa.
¿Cómo va el proyecto de Jóvenes Construyendo el Futuro?
-Estamos muy contentos porque creemos que hemos logrado muchas cosas a casi un año de haber iniciado el programa. Hoy más de un millón de jóvenes han pasado por el programa. Tenemos cerca de 90 mil aprendices y más de 150 mil centros de trabajo.
Al principio fue difícil informarlo, porque no había habido en este país y en el mundo un programa tan grande. Pero con el tiempo se ha venido demostrando muchas cosas.
De entrada, que hay muchos jóvenes que no estudian ni trabajan porque les faltan oportunidades; son jóvenes que tienen ganas, talento, sueños y que les hacen muy bien a las empresas, a los negocios que los reciben, y en la medida que los van capacitando, también se van fortaleciendo las propias empresas.
Las diferentes experiencias nos demuestran que este programa tiene mucho sentido para la comunidad, para la inclusión de los jóvenes, de reivindicar el derecho que tiene los jóvenes a tener posibilidades cerca donde viven, don están sus familias y sus costumbres.
La verdad es que estamos muy contentos, el próximo año iremos viendo que muchos de los jóvenes empezarán a graduarse del programa y que idealmente muchos se puedan quedar donde se están capacitando, pero si no, van a obtener un certificado de haber estado en el programa y, después de la experiencia obtenida, puedan tocar otras puertas y tengan las posibilidades de ingresar al mercado laboral o, en su caso, regresar a estudiar.
¿Con el presupuesto asignado para 2020, alcanzará para cumplir las metas establecidas en este programa?
-Sí. Estamos muy contentos porque es un presupuesto suficiente para concluir con los jóvenes que se fueron incorporando este año e incorporar a nuevos aprendices el próximo año.
El objetivo del programa en una meta establecida: dos millones 300 mil, pero también el propio Presidente ha dicho que una vez llegados a 2 millones 300 mil, si hay más jóvenes –que cumpliendo con dos requisitos indispensables, la edad y no estar estudiando y trabajando– se verá la posibilidad de ampliarlo.
El objetivo final es que en esta administración no nos quede ningún joven, ninguno por muy lejos que viva, que no tenga el derecho de pertenecer al programa si tiene ganas de trabajar y lo que quiere es una oportunidad.
¿Recibirán aguinaldo los Jóvenes Construyendo el Futuro?
-Reciben una beca de 3 mil 600 pesos durante 12 meses, eso es lo que prevé el presupuesto. Esperamos que los tutores o los centros de trabajo los puedan apoyar, siempre es bienvenido, pero la beca es mensual. Ellos no se consideran unos trabajadores formales en sí mismo, aunque trabajan, reciben capacitación, tienen su horario, pero lo que reciben es una beca.
¿Cómo ha sido estar al frente de la STPS?
-Un reto, pero la verdad muy gratificante. Desde un inicio, como parte del proyecto de nación, establecimos objetivos claros que hemos venido cumpliendo. En los objetivos que nos establecimos vamos bien, que son Jóvenes Construyendo el Futuro, el incremento al salario mínimo, la reforma laborar y abatir los esquemas tan nocivos como la subcontratación abusiva y el subregistro del Seguro Social.
¿Cuáles son los retos para el próximo 2020?
Seguir y continuar con el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, siempre consolidándolo, ampliando la red de tutores, llegando hasta los últimos rincones del país. En el caso del salario mínimo, continuar con al política de recuperación en la implementación, pues los retos son gigantescos, de capacitación, de la creación de nuevas instituciones, de una buena coordinación.
El otro reto tiene que ver con la subcontratación abusiva, continuar con los esfuerzos por parte de la Secretaría del Trabajo de estos operativos que nos están dando buenos resultados para identificar la problemática, inhibirla y sancionarla.
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