Pedro Sánchez anunció que se reunirá con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, para dialogar sobre la crisis política catalana en caso de que se apruebe el desbloqueo del pacto de gobierno junto con los partidos independentistas.
La intención del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por Sánchez, es que los partidos autonómicos acepten la investidura o abstengan su voto para concretar el gobierno, aunque estos grupos políticos no han expuesto su decisión final ante los medios.
Los partidos independentistas catalanes, sobre todo Esquerra Republicana Catalana (ERC), han condicionado su decisión a las demandas del independentismo local que exigía, como primera acción, una la llamada con Torrá, la cual se concretó.
Sánchez, quien se había negado a responder las llamadas de Torra ante la represión en las protestas en contra de la condena de los líderes catalanes, ha prometido por teléfono una reunión con el representante catalán para dialogar las particularidades de la región, con la única condición de que se conforme el gobierno.
Meritxell Budó, vocera de la Generalitat, declaró esta mañana, después de la conversación telefónica, que la autonomía del noreste español está dispuesta al diálogo y a mantener la conversación, pero que de ellos no depende la decisión de los partidos sobre la investidura.
En las negociaciones continúa el tema más complejo, la liberación de los presos políticos, los líderes de la región que promovieron el referéndum organizado en 2017, del que el PSOE se ha alejado.
Estratégicamente el partido de Sánchez requiere un voto de Ciudadanos, un partido catalán en contra del independentismo, aunque ellos han propuesto ser considerados y sumar al Partido Popular (PP) para crear gobierno, aunque esta propuesta no ha tenido éxito.
Mientras tanto la segunda al mando del PSOE, Adriana Lastra, ha pedido en repetidas conferencias de prensa que los partidos comprendan que la conformación de gobierno requiere que aclaren su posición y se trata de un proceso solicitado por los ciudadanos después de dos convocatorias a elecciones generales en 2019.
Parece lejana la investidura previa a la celebración de navidad, como había estipulado el rey Felipe VI, pero algunas de las reuniones del PSOE con partidos que no había considerado, como el vasco españolista Bildu con quienes pactaron algunos acuerdos, han dado frutos para el partido mayoritario.
aarl