El Papa anula secreto pontificio para abusos
Por: Philip Pullella
Jorge Mario Bergoglio cumplió ayer 83 años y, aunque no hizo fiesta, su agenda incluyó dar una noticia histórica para la Iglesia. El papa Francisco dio ayer otro giro a la política religiosa en beneficio de víctimas de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia católica: abolió la regla del “secreto pontificio”, que ayudaba a encubrir a quienes cometían los delitos.
Dos documentos emitidos por el líder de origen argentino formalizan prácticas vigentes en algunos países, sobre todo en Estados Unidos, incluida la denuncia de sospechas de abuso sexual a las autoridades civiles, cuando así lo exige la ley.
Los documentos, que introducen las prácticas en la ley eclesiástica universal, también prohíben imponer una obligación de silencio a quienes denuncian abuso sexual o alegan haber sido víctimas.
“Es una decisión histórica”, dijo el arzobispo Charles Scicluna de Malta, el investigador más experimentado del Vaticano sobre abusos sexuales, a la emisora de la Santa Sede.
El levantamiento del “secreto pontificio” en las investigaciones de abusos sexuales fue una exigencia clave realizada por líderes eclesiásticos como el mismo Scicluna y el cardenal alemán Reinhard Marx en una cumbre sobre abusos sexuales celebrada en el Vaticano en febrero.
Según argumentaron, el secreto en casos de abuso sexual a menores está anticuado y algunos funcionarios eclesiásticos se esconden detrás de él… en vez de cooperar con las autoridades.
Scicluna agregó que las normas abren nuevas formas de comunicarse con las víctimas y cooperar con el Estado.
“Ciertas jurisdicciones habrían invocado fácilmente el secreto pontificio (…) para decir que no podían y no estaban autorizadas para compartir información con las autoridades estatales o las víctimas”, comentó Scicluna, “ahora ese impedimento -si podemos llamarlo de esa manera- ha sido levantado y el secreto pontificio ya no es una excusa”.
Uno de los documentos también eleva a 18 años o menos (antes 14 años o menos) la edad en que las fotografías de personas pueden ser consideradas pornografía infantil “con propósitos de gratificación sexual, sin importar el medio o la tecnología que se use”.
La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, escribió en Twitter: “Sus palabras son para nosotros una guía para hacer a nuestra ciudad cada vez más acogedora y atenta para los desfavorecidos”.
Frase
“Ciertas jurisdicciones invocan el secreto pontificio para decir que no están autorizadas para compartir información con las autoridades (…) eso fue levantado, ya no es excusa”
Arzobispo Charles Scicluna de Malta
Investigador del Vaticano sobre abusos sexuales
LEG