Barcelona sobrevivió al dominio del Real Madrid en el Camp Nou, y ambos equipos cuentan con 36 unidades, pero la mejor diferencia de goles de los catalanes les da la ventaja para permanecer en la cima de la clasificación.
El conjunto de la capital ibérica, sorpresivamente, se adueñó del compromiso en sus primeros 30 minutos, en los que los catalanes fue incapaz de tirar a portería, gracias a la presión ejercida por las líneas adelantadas en el planteamiento del técnico Zinedine Zidane, pero como le ocurrió en Mestalla ante Valencia, fue incapaz de reflejar la superioridad con la consecución de un gol.
Gerard Piqué y Sergio Ramos fueron los grandes protagonistas de la primera mitad, pues ya con sus guardametas vencidos, cada uno realizó un increíble rechazo de balón sobre la línea de sus porterías para evitar que se abriera del marcador.
Para el complemento, Barcelona mostró tenues respuestas ante la intensidad y desgaste de su máximo rival, aunque no fueron suficientes para revolucionar el trámite del encuentro, que era dominado, constantemente, por los merengues.
En el minuto 72, Gareth Bale logró adelantar a los suyos tras definir una asistencia del francés Ferland Mendy, pero la acción fue invalidada por un previo fuera de lugar del lateral zurdo, determinación que fue revisada y confirmada por el VAR.
Los dos equipos buscaron un tanto que fuese letal en los minutos finales del juego, aunque carecieron de claridad en sus aproximaciones y los que se dieron cita en el Camp Nou vieron borradas sus intenciones de gritar un gol.
El cuadro de casa se retiró entre abucheos emitidos por su propia afición debido a la inoperancia mostrada en su elaboración de juego que, normalmente, arroja prolíficos resultados, pero que esta ocasión no cumplió con lo esperado.
fahl