El nuevo gobierno británico designó el viernes a Andrew Bailey como el próximo jefe del Banco de Inglaterra, dejando en manos de uno de los reguladores más experimentados de la City londinense la dirección de la quinta economía mundial y de su enorme sector financiero durante el Brexit.
“Andrew era el candidato más destacado en un campo competitivo”, dijo a periodistas el ministro de Finanzas Sajid Javid. “Es la persona adecuada para dirigir el Banco mientras forjamos un nuevo futuro fuera de la UE y mientras nivelamos las oportunidades de todo el país”.
Bailey, de 60 años, dijo en un comunicado que se sentía honrado de dirigir el Banco de Inglaterra, “particularmente en un momento tan crítico para la nación mientras salimos de la Unión Europea”.
Bailey trabajó durante 30 años en el Banco de Inglaterra, donde su labor fue clave para apuntalar el sistema bancario británico durante la crisis financiera mundial.
Su papel en la contención del declive del sector financiero en 2008-09 le convirtió en un rostro familiar para los responsables de la Reserva Federal estadounidense y de otros destacados bancos centrales de todo el mundo.
En 2016 asumió su actual puesto de director de la Autoridad Financiera de Conducta (FCA), cuya principal competencia es tomar medidas enérgicas contra la mala praxis financiera.
Javid dijo que el mandato de Bailey como gobernador será por ocho años y comenzará el próximo 16 de marzo. El actual gobernador Mark Carney ha aceptado retrasar su salida del 31 de enero al 15 de marzo.
PAL