La Organización Panamericana de la Salud (OPS) llamó a los países a estar preparados ante las olas de calor que se esperan en América del Sur, a fin de proteger a los ciudadanos, en especial a la población vulnerable, como niños y adultos mayores.
Además de contribuir al incremento de incendios forestales, la pérdida de cultivo y reducir la disponibilidad del agua, las altas temperaturas pueden aumentar el riesgo de golpe de calor.
El año 2019 cierra una década de temperaturas cálidas extremas con 24 países en América que han emitido alertas por olas de calor, destacó el organismo internacional, quien añadió que los pronósticos anticipan la recurrencia de estos fenómenos en la parte sur del continente entre diciembre y marzo de 2020.
En este sentido, la OPS recomendó al sector salud y a las agencias de meteorología de los países en desarrollo que, en sus planes de contingencia por olas de calor, determinen la probabilidad e intensidad del impacto en la población, emitan alertas e implementen acciones de respuesta de acuerdo con la amenaza.
Los países deben fortalecer la vigilancia epidemiológica asociada al calor y mejorar la capacidad de los servicios de salud, a través de capacitación de personal, así como en el diseño de hospitales y equipamiento de centros de salud en zonas de mayor riesgo.
Asimismo, consideró que las autoridades deben informar oportunamente sobre medidas de adaptación, prevención y autocuidado. “Algunos países ya han avanzado, pero el conocimiento de los riesgos es aún limitado y se necesita aumentar la capacidad de respuesta”.
Las personas que tienen mayor riesgo de complicaciones y muerte durante una ola de calor son los niños, los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas y que requieren medicación diaria.
La mayoría de los fallecimientos se deben al agravamiento de enfermedades infecciosas o crónicas, entre ellas las cardiopulmonares, renales, endocrinas y psiquiátricas.
La respuesta al calor depende de la capacidad de adaptación de cada persona; sin embargo, los síntomas son diversos, pues van desde, erupción en el cuello por calor, calambres, dolor de cabeza, irritabilidad, letargo hasta debilidad y pérdida del conocimiento que pueden llevar al coma y a la muerte.
RYHP