Los migrantes menores de edad que son retenidos en Puebla se enfrentan a precarias condiciones por la falta de higiene, sobrepoblación y áreas sin recreación, además de la violación a sus derechos humanos.

De acuerdo con el informe especial Situación de las Estaciones Migratorias en México, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), publicado este año, en la entidad poblana el centro de detención tiene capacidad de sólo 60 personas, pero en julio resguardó hasta 276, quienes estuvieron en condiciones de sobrepoblación por 26 días.

Lo anterior ocasionó que no les pudieran otorgar los servicios básicos como alimentación, atención médica, enseres de aseo personal y agua potable, por mencionar algunos.

En octubre del año en curso, la CNDH detectó de nueva cuenta una sobrepoblación de 174 migrantes.

En una visita del organismo al centro en Puebla, encontraron que en los dormitorios no separaban a hombres y mujeres, además de que no había un protocolo a seguir para la asignación de estas áreas.

Por otra parte, encontraron que carecen de un lugar de recreación, por lo que permanecen en un espacio cerrado, donde comen, duermen y se encuentran durante las 24 horas. Esta situación se repitió hasta por 16 días seguidos.

El Centro Migratorio en Puebla también carece de un convenio con la Secretaría de Salud estatal, pues venció en 2017, por lo que no hay personal médico que atienda a las personas recluidas en el lugar.

En octubre de 2017, la CNDH emitió una recomendación contra el Instituto Nacional de Migración (INM) y el gobierno estatal por el caso de 17 adolescentes centroamericanos que fueron detenidos y llevados a la estación migratoria, ubicada en la capital poblana, donde personal de seguridad los hizo desnudarse, hacer sentadillas y revisar su cuerpo, sin la presencia de personal de migración.

Los menores afectados tenían entre 14 y 17 años de edad y viajaban solos hacia Estados Unidos.

 

Hasta octubre, casi mil niños habían pasado por Puebla

El 2019 se perfila como el año que más menores de edad han atravesado el estado de Puebla y han sido detenidos por las autoridades migratorias, pues hasta octubre sumaban 992, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración (INM).

Según la información, en 2016 se registraron 540 casos, al año siguiente disminuyeron a 165, y en 2018 se incrementó a 387.

En el caso de 2017, 532 de los 540 casos, los menores provenían de Centroamérica. 264 viajaban solos al momento de su detención, y 75 se trasladaban solos.

Un año después, de los 165 migrantes menores de edad que fueron atendidos ante las autoridades migratorias, 160 eran originarios de países de América Central.

Para 2018, 383 de los 387 niños, niñas y adolescentes detenidos que intentaban cruzar el país de forma ilegal eran centroamericanos. De ellos, 140 viajaban solos, 135 eran mayores de 12 años y cinco tenían entre 0 y 11 años de edad.

Los principales países de los que provenían los infantes son Guatemala, Honduras y El Salvador.

LEG