La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) consideró que la reconversión laboral en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) pareciera ser un avance importante en materia de derechos laborales para los mexicanos, pero “obligará a dar un giro”.
Explicó que tras tres décadas de haber vivido las reglas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que llevaron a ofrecer esquemas de salarios bajos y mano de obra barata a los mexicanos, con el nuevo acuerdo deberá darse un cambio.
En su opinión, por décadas México se convirtió en un laboratorio de ensamblado para empresas manufactureras, principalmente de la industria automotriz, que movieron sus producciones al país motivados porque los sueldos de los mexicanos eran mucho más bajos que los de los obreros en Estados Unidos y, eso era sumamente atractivo y redituable para las grandes marcas.
En la actualidad, señaló la Alianza, la exigencia es homologar salarios, a la que no debe haber oposición, ni perder de vista que representará un desafío extraordinario al aparato productivo nacional.
El presidente de Anpec, Cuauhtémoc Rivera, argumenta que “el T-MEC nace en la era del proteccionismo, en tanto, el TLCAN surgió en la era de la globalización, por ello creemos que el incremento de 20 por ciento al salario mínimo para 2020 es una gran noticia, pero no debemos echar las campanas al vuelo”.
“El estancamiento económico del país en el año que acaba no es la mejor plataforma de lanzamiento para buscar emparejar el piso laboral de México con sus aliados comerciales de Norteamérica. Debemos tener cuidado que no se convierta en una medida contraproducente y buscar flexibilidad en su implementación”.
Para el directivo, “el T*MEC es una promesa que busca elevar la inversión y la actividad comercial en la zona más productiva del planeta, Norteamérica, pero este cambio de reglas a la calidad nos emplazará como país a la formación de mano de obra calificada y pondrá a prueba al sistema educativo en el logro de esta misión”.
Cuauhtémoc Rivera reconoció que la prospectiva educativa es formar una ciudadanía con competencias múltiples, dominio de las nuevas tecnologías, uso intensivo de las mismas, con la posibilidad de comunicarse en varios idiomas y de ser capaces de trabajar en un ambiente colaborativo y horizontal, reto nada menor por estratégico.
Y concluyó: “Esta debe ser nuestra máxima preocupación, lograr pasar de la mano de obra barata a la mano de obra calificada, es un salto cuántico para el que no estamos preparados. Entender las dimensiones de este reto y asumirlo a la brevedad con prudencia es la única vía para salir lo mejor librados de esta nueva realidad económica y comercial a la que nos hemos embarcado”.
DAMG