Pese a que mujeres zapatistas han hecho de la autonomía y la libertad, sus principios de vida, otras tantas se encuentran sumergidas en el círculo de la violencia.

 

En entrevista con Notimex, Jennifer, una de las coordinadoras del Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, que se realiza en el Semillero “Huellas del Caminar de la Comandanta Ramona”, sostuvo que en sus comunidades continúa la lucha para que más mujeres sean conscientes de sus derechos y no permitan ningún tipo de maltrato.

 

“Algunas compañeras todavía sufren pero otras han logrado entender el derecho de ser libres, pero tampoco puedo mentir y decir que la violencia no existe, siempre existe y va a existir pero siempre depende de la mujer si se deja”, sostuvo.

 

Destacó que en su pueblo Vicente Guerrero, municipio de Ocozocoautla, las penas por violentar a una zapatista pueden ser: limpia de potreros, cargada de piedras y trabajo en alguna construcción y en trabajos comunitarios dentro del pueblo o en la zona.

 

“Si una mujer sufre de violencia, los tres niveles de gobierno intervienen para mediar y castigar a los responsables. Si se vuelve a cometer el error se duplica o triplica el castigo dependiendo del hecho”, comentó Jennifer quien labora en el campo.

 

No obstante, la mujer indígena de 30 años de edad, destacó que en ella logró hacer de la libertad y la autonomía, sus mayores ejes de vida pues al ser madre soltera, lucha día a día para sacar adelante a su hija mientras también disfruta de administrar su tiempo como le plazca.

 

“Ser madre soltera es un orgullo para mí porque veo como sufren las compañeras con el celo y pues yo no tengo hasta el momento, nadie quien me cele y me siento libre de hacer mi trabajo, decidir a donde ir.

 

“Lo que me ha gustado de mi vida es no tener a alguien que me mande, siempre me ha gustado estar libre, decidir mi trabajo. No dependo de mis papás ni de mis hermanos”, mencionó.

 

Sostuvo que su caso es un ejemplo del empoderamiento de una parte de las integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) pues en 25 años, han avanzado en el respeto a los derechos de su género.

 

“Nuestras abuelas y mamás no llevaban la vida como ahora las llevamos las ‘jóvenas’, ellas sufrieron todavía el maltrato del patrón y la violación de él y ahora como ‘jóvenas’ ya no lo sufrimos”, señaló Jennifer.

 

En este sentido, exhortó a las asistentes al evento que se realiza en el Semillero del Caracol Morelia, cerca del municipio de Altamirano, a que nunca desistan en la batalla por hacer valer su vida, sus derechos, opiniones y desiciones.

 

“Es un honor y orgullo ver a las muchas mujeres y escucharlas, nos da mucho ánimo y valor para luchar para que algún día como mujeres, seamos libres porque la libertad no es solo para unas cuantas o solo para México, sino que queremos liberarnos y que no haya más asesinatos o violadas.

 

“El mensaje es que se organicen, luchen y que no importa de qué raza sean, todas somos las mismas, tenemos las mismas sensaciones, el mismo dolor y coraje, sigan luchando hasta donde puedan y podamos, porque solo organizadas podemos hacer el cambio. Unidas lograremos vencer al mal gobierno y al mal sistema”, puntualizó.

 

PAL