“Compañera Lichita, ya te vamos a sembrar, en la lucha seguiremos, para un mundo mejor lograr”, le cantaban a Alicia Galicia Lima, una de las activistas más visibles del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco, que la década pasada se opuso a la construcción del aeropuerto en este poblado mexiquense.
Galicia Lima falleció el sábado pasado a los 80 años de edad, y este lunes su comunidad reunida en la parroquia de San Francisco Acuexcac, le realizó una misa de cuerpo presente y posteriormente un homenaje en el auditorio Emiliano Zapata del centro de San Salvador.
El cuerpo de la activista fue acompañado por sus familiares y sus compañeros de lucha, que portan sus pañuelos rojos amarrados al cuello y con machete en mano, que se convirtieron en su símbolo de lucha.
El cortejo fúnebre partió de la casa de “Doña Lichita”, como la conocían y al llegar a la iglesia los cantos con un sentido de protesta social, dieron paso al coro religioso.
“Cuando la vida se pierde en la trinchera rebelde, no se pierden los ideales que nos llevaron al frente. Yo quiero que a mí me entierren como revolucionario, envuelto en bandera roja y como un revolucionario”, se escuchaba.
El sacerdote, quien también portaba el pañuelo rojo al cuello con las siglas FPDT, dio inicio a la misa.
Ahí, entre sus fotos, cosechando su milpa, portando su machete en protestas, o de su rostro con las arrugas propias de su edad y su pelo cano, acompañado de un mensaje de sus nietos que decía: “mujer que en tu ser formas vida, sorprendes a todos por el amor magnífico que brindas, eres una flor que emana su dulce fragancia y ayuda a quienes rodean”, fue recordada Alicia Galicia Lima.
LEG