El gobierno de España respondió hoy a la expulsión que Bolivia ordenó de sus funcionarios de la embajada en La Paz, y a su vez declaró “personas non gratas” a tres diplomáticos bolivianos en Madrid.
En un comunicado la presidencia del gobierno español informó que estas acciones son “en reciprocidad al gesto hostil del gobierno interino de Bolivia” y ordenó que tres funcionarios bolivianos salgan del país en menos de 72 horas.
Los expulsados son el encargado de negocios Luis Quispe Condori, el agregado policial, Orso Fernando Oblitas Siles, así como el agregado militar de la embajada boliviana en el país ibérico, Erick José Castañón Aranda, precisó por su parte el diario El País.
El comunicado emitido por La Moncloa señala que “España rechaza tajantemente cualquier insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos de Bolivia”.
Para el gobierno español las afirmaciones de la presidenta interina, Jeanine Áñez, constituyen “una calumnia dirigida a dañar nuestras relaciones bilaterales con falsas teorías conspiratorias.”
El gobierno de Pedro Sánchez subrayó que se mantiene interesado en mantener relaciones estrechas de amistad y solidaridad con el pueblo boliviano, “con pleno apoyo a que su voluntad democrática se exprese por los cauces legítimamente establecidos”.
Remarcaron que en España habitan al menos 200 mil bolivianos, con lo que se muestran abiertos a sus ciudadanos y a la relación con el país latinoamericano, con el que tuvieron un desacuerdo diplomático tras la visita de la encargada de negocios de la embajada de España en La Paz a la residencia de la embajadora mexicana.
Tanto la embajadora mexicana como algunos de los integrantes de la embajada española fueron expulsados de Bolivia después de que la presidenta interina los declarara “personas non gratas” esta mañana.
CS