Cuando hablamos de los días del año, regularmente se piensa en el número 365, no obstante, cada 4 años tiene lugar el llamado año bisiesto, el cual se compone de 366 días.
¿Pero a qué se debe? Esto es porque la Tierra tarda 356 días con 5 horas y 48 minutos en dar una vuelta completa al Sol, es por ello que cada 4 años se completa un nuevo día, que se agrega al año bisiesto, para completar el tiempo correcto.
La palabra etimologicamente proviene del latín “Bis sextus dies ante calendas martii”, es decir, “repítase el sexto día antes del primer día de marzo”.
La referencia al sexto día era porque se aplicaba entre el 23 y 24 de febrero, antes del primer día del mes de acuerdo al calendario romano, el cual era muy complicado y no numeraba los días del 1 al 31 como ahora lo hacemos.
El origen nos remonta al año de la Confusión (46 a.C.) con Julio Cesar, quien aplicó con ayuda del astrónomo y matemático Sosígenes de Alejandría, el calendario juliano.
El cambio se dio porque el anterior sistema de división del tiempo (romano) no tomaba en cuenta lo que tardaba la tierra en dar la vuelta al rededor del Sol.
Para compensar el tiempo perdido hasta entonces ese año duro 445 días.
Es por ello que cada 4 años se añade un día más al mes de febrero y termina en 29, una costumbre que también provino del calendario Gregoriano.
Con información de medios.
RYHP