El Gobierno de Bolivia solicitó el lunes a la embajadora de México y al cónsul de España que se retiraran del país andino, luego de que el Gobierno mexicano denunció que autoridades bolivianas retuvieron los automóviles de funcionarios españoles que visitaron su residencia diplomática en La Paz.
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, dio a la representante mexicana, María Teresa Mercado, y a dos funcionarios españoles, uno de ellos el cónsul Álvaro Fernández, 72 horas para abandonar el país, escalando la tensión diplomática con las naciones.
Mientras que Mercado ya regresó a México, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia informó que un alto representante diplomático será acreditado en la embajada de Bolivia en Madrid para resolver las tensiones entre ambos países.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia dio respuesta al posicionamiento de la Unión Europea (UE), quien externó su preocupación por la expulsión de los dos funcionarios.
Sobre el episodio que puso en riesgo las relaciones diplomáticas con España, el departamento a cargo de la canciller Karen Longaric enfatizó en que reconoce el trabajo de la UE en la pacificación de Bolivia y la definición del siguiente proceso electoral.
Destacó que Bolivia tiene excelentes relaciones con el organismo europeo y reiteró su interés por mantener la diplomacia con los países de la zona euro.
“Este grupo de representantes de los gobiernos de México y de España ha lesionado gravemente la soberanía y la dignidad del pueblo y del Gobierno constitucional de Bolivia”, dijo Añez, quien también expulsó a la encargada de negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero.
LEG