Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que la operación en las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad, que culminó con la muerte del líder militar iraní Qassem Soleimani, fue parte de medidas para detener una guerra y no para iniciarla.

 

“Anoche tomamos medidas para detener una guerra. No tomamos medidas para comenzar una guerra. Tengo un profundo respeto por el pueblo iraní. Son personas notables con una herencia increíble y un potencial ilimitado”, dijo Trump en un mensaje transmitido desde su residencia de descanso Mar-a-Lago, en Florida.

 

En lo que fueron sus primeros comentarios públicos sobre el ataque, que ha generado polémica y diversas reacciones en el mundo, el mandatario aseguró que Washington no busca un cambio de régimen en Teherán.

 

Sin embargo, precisó, “la agresión del régimen iraní en la región, incluido el uso de mercenarios para desestabilizar a sus vecinos, debe terminar, y debe terminar ahora”.

 

Trump se refirió a Soleimani como el terrorista número uno del mundo, que tramaba “ataques inminentes y siniestros contra diplomáticos y personal militar estadounidense”. “Lo atrapamos en el acto y lo terminamos”, se jactó el republicano, al tiempo que subrayó que, bajo su liderazgo, “la política de Estados Unidos es inequívoca para los terroristas que tienen la intención de dañar a cualquier estadounidense”.

 

“Los encontraremos y los eliminaremos, siempre protegeremos a nuestros diplomáticos, miembros del servicio, a todos los estadounidenses y nuestros aliados”, advirtió.

 

Para el inquilino de la Casa Blanca, “el mundo es un lugar más seguro sin estos monstruos”. “Estados Unidos siempre perseguirá los intereses de las personas buenas y grandes, con grandes almas, mientras busca la paz, la armonía y la amistad con todas las naciones del mundo”, concluyó.

 

Pese a su optimismo sobre la utilidad del ataque perpetrado contra el finado general iraní, las reacciones que el mismo ha generado no son coherentes.

 

Desde casa, la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, cuestionó que la decisión de la operación se haya tomado sin consultar al Congreso, mientras que, desde el propio Iraq, supuesto beneficiario del ataque, el jefe del Gobierno de transición, Adel Abdul Mahdi, aseveró que operaciones de ese tipo “son una grave violación de la soberanía iraquí”.

 

Una violación que, dijo, “ha incendiado la mecha de una guerra devastadora en Iraq, la región y el mundo”.

 

 

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