En el gobierno de la denominada Cuarta Transformación, también hicieron lista de deseos para el año nuevo: recaudar más dinero, vender el avión presidencial y que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) les deje construir su Tren Maya, seguro son algunos de ellos.
Sin embargo, para lograr esas metas, primero deben concentrarse en resolver los grandes pendientes que tiene el país: generar crecimiento económico y disminuir la violencia y delincuencia, que son también, los reclamos más fuertes de los mexicanos al gobierno de López Obrador.
Luego de que México cerrara 2019 con un nulo crecimiento económico, la expectativa de recuperación para este nuevo año es marginal, incluso el Banco de México redujo su estimación a un rango de entre 0.8 y 1.8% cifras muy lejanas al 1.5 y 2.5 de las previstas por el primer mandatario.
En materia de seguridad tampoco hay números alentadores, pues no se ve cómo el gobierno pueda revertir la estadística que colocó a 2019 como el año más violento en la historia moderna de México.
La violencia no se detiene, y en este 2020 ya han sido abatidas seis personas en un enfrentamiento en Nuevo Laredo, Tamaulipas; además las redes sociales han dado cuenta de cómo un sicario, sin pudor alguno, pide a otros hombres que graben el momento en que asesina a dos personas en medio del tráfico y en San Francisco del Rincón, Guanajuato, seis personas fueron ejecutadas, entre ellas cuatro mujeres…y esto sólo en los primeros cuatro días de enero.
Otro pendiente que pudiera darle muchos problemas al primer mandatario, es la advertencia del EZLN, que a 26 años de su surgimiento, alzó la voz para recordar que defenderán hasta con su vida a las comunidades indígenas de Chiapas y mostró su rechazo a la construcción del Tren Maya, una de las principales obras del actual gobierno.
En tanto, a pesar de la broma del día de los inocentes, en la que aseguraban que el avión presidencial que se encuentra en un garage de aeronaves en Estados Unidos regresaría a México para ser usado por el Presidente, éste se mantendrá en California, sin usarse y pagando una renta millonaria, a costa del erario, porque aún no hay comprador serio para el mismo, “pues hasta en su compra hubo fraude” y sólo sirve para “viajes largos”, según López Obrador.
Lo que no dicen en el gobierno es que se siguen gastando millones de dólares en su almacenamiento, no obstante que en nuestro país existe un hangar hecho a la medida, donde podría ser guardado en tanto llega el comprador, que ya hasta lo pidieron en la carta a los reyes magos.
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Y en Pregunta Sin Ofensa:
¿Será el mismo asesor que vio un lago en Texcoco, dijo que los aviones se repelen y no vio los cerros de Santa Lucía, quien informó al Presidente que el avión presidencial sólo sirve para viajes largos?