Tras una serie de intensas investigaciones, Tottenham dio a conocer este lunes que no se hallaron pruebas suficientes para castigar a los aficionados que presuntamente realizaron cánticos racistas al alemán Antonio Rüdiger, defensor central del Chelsea, el pasado 22 de diciembre.
“El Club y la Policía Metropolitana ahora han agotado todas las vías de investigación luego del incidente. La Policía nos ha notificado hoy que, habiendo revisado e investigado, han cerrado el informe del crimen ya que no pueden encontrar evidencia que respalde la acusación de abuso racial”, comunicó la institución londinense.
Luego de verse envuelto en una acción que desencadenó la expulsión del coreano Heung-Min Son, atacante de los Spurs, Rüdiger denunció que desde una parte de la grada local se produjeron sonidos que “emulaban a un mono”.
“Apoyamos totalmente a Antonio Rüdiger con la acción que tomó, sin embargo, no hay evidencia para corroborar o contradecir la acusación y, como tal, ni nosotros ni la policía estamos en condiciones de tomar ninguna medida adicional”, agregó el club.
Por último, Tottenham aseguró que, en caso de haber identificado algún culpable, lo habría vetado de por vida de su estadio, tal como sucedió con el aficionado que lanzó un vaso al guardameta español Kepa Arrizabalaga, en acciones del mismo partido.
RYHP