Aumentan 40% casos de extorsión contra las mujeres

El número de las mujeres que han sido extorsionadas por llamadas telefónica registró un repunte de 40%. De enero a noviembre del 2019 este delito contabilizó dos mil 881 víctimas que, comparado con el mismo periodo del año 2018, sumó dos mil 58 ilícitos.

Los estados con mayor número de casos en 2019 son Estado de México con 718, Ciudad de México 310, Jalisco 304, Veracruz 214 y Nuevo León 158, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

El fin de semana pasado la politóloga Denise Dresser denunció que su madre de 83 años fue extorsionada para pagar por el supuesto secuestro de su hija. La también escritora lamentó que sigan las extorsiones y la impotencia por no saber a qué autoridad recurrir.

Para el politólogo Edgar Ortiz Arellano no existe estrategia en el tema, sólo buenas intenciones fragmentadas que no resuelven el problema de fondo y va a seguir creciendo de no detenerse este problema porque es un negocio a granel.

“El crimen organizado trata de expandir el negocio a todos los ámbitos de la sociedad, con altos y pocos recursos, mujeres, hombres, empresarios, asalariados, adultos mayores, es decir a granel, además por las condiciones de vulnerabilidad que sufren ciertos sectores del país como son las personas de la tercera edad, mujeres y grupos indígenas son más propensos a caer en las redes de la extorsión” asevero a 24 HORAS.

Resaltó que este delito es sumamente rentable porque le invierten pocos recursos, así como tiempo y las ganancias son amplias, además es una actividad fácil de ejecutar.

José Antonio Álvarez León, profesor del área de posgrado y política criminal en derecho de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán de la UNAM, comentó que este fenómeno se origina por dos cosas, un incauto, así como un celular, resaltó que como estrategia del móvil se opera de una manera sencilla.

“La mayor parte de las operaciones de extorsión se dan desde el interior de las prisiones y las autoridades no tienen un control sobre de estas, a pesar que se dice que los centros -de reclusión- tienen un control que margina la señal del teléfono, pues se ha evidenciado que dentro de los penales se pueden realizar este tipo de acciones”, consideró en una entrevista con este diario.

Manifestó que los controles que ponen las empresas telefónicas a los usuarios son rigurosos y formales, pero cuando se cambia número o son robados, las compañías no lo respetan porque ese número que se queda en resguardo a los dos días ya está circulando con otra persona.

“¿Qué quiere decir esto? Que ellos -la empresa- no tienen bajo resguardo un número que se congela y se vuelve a dar a otro usuario, es decir hay mil maneras de soltarlo y ponerlo a la venta, colocando un chip, o revenderlo”, detalló el académico.

“Las medidas para hacerlo es fácil, se requiere un incauto y un teléfono, ¿Cuál sería el remedio? que exista un verdadero control de registro de los números por la SCT y por las empresas telefónicas”, apuntó.

LEG