El Gobierno de Francia reanudó ayer las negociaciones con los sindicatos sobre la reforma de pensiones, pese a que es poco probable que los principales opositores salgan satisfechos… pues no quieren ajustes sino la retirada total del proyecto impulsado por el mandatario, Emmanuel Macron.
La víspera, los parisinos regresaron a sus actividades tras dos semanas de vacaciones, pero los profesores han planeado reanudar su movilización con avisos de huelga para el mes de enero.
En tanto otros sectores, como el de abogados, enfermeros y la importante firma de aviación Air France ya llamaron a mantener la presión sobre el Gobierno.
Los sindicatos, que no quieren aliviar la presión, previeron dos días de manifestaciones el 9 y el 11 de enero, destacó la radio RFI.
El secretario general de la CGT, Philippe Martinez, reiteró el domingo que no cederá, a menos que el Gobierno retire su proyecto, pues al no escuchar al pueblo “están jugando con fuego para la futura cita electoral”, detalló.
Para el Gobierno de Francia, la reforma a su muy diferenciada ley de pensiones es necesaria para garantizar un equilibrio financiero, mientras los sindicatos denuncian una regresión social.
Los últimos sondeos muestran que los franceses opuestos a la reforma o que apoyan la huelga son la mayoría.
LEG