La inflación general cerró el 2019 en 2.83% anual y la subyacente en 3.59%. Significó un año de menor inflación, afectada por varios aspectos. Por un lado, una menor actividad global y doméstica generó que las inflaciones al productor, estén muy cerca del cero por ciento. También, la estabilidad registrada en el Tipo de Cambio ayudó sin duda al apreciarse 3.75% en 2019. Es la inflación más baja desde 2016.
Sin embargo, para el 2020 parece que las condiciones pudieran ser diferentes. Estimamos que la inflación pudiera situarse cerca de 3.89% anual. A nivel mensual, consideramos que el primer trimestre del año será superior respecto al primer trimestre del 2019. Sabemos que abril y mayo son de baja inflación. No obstante, de junio y hasta diciembre veremos un aumento que lo llevará en su acumulado más cerca de 4.0% anual.
Desde octubre pasado y hasta la fecha, los precios del petróleo han registrado un alza de 13% provocada por un control de precios de la OPEP y de Rusia respecto a la producción diaria de crudo, una disminución en los inventarios conocidos de la API y de EIA, así como el evento geopolítico reciente entre Estados Unidos e Irán, que genera mayor sensibilidad a las cotizaciones. Normalmente, la presión de alza en la cotización se produce entre mayo y noviembre cuando los inventarios caen por una demanda cíclica, por lo que debemos de sumar al menos, un enero de mayor presión. Se estima que a lo largo de 2020, la inflación en energéticos podrá aumentar 6.2% anual.
Recordemos que nuestro país exporta petróleo pero también importamos gasolina de manera importante.
Por el lado de los agropecuarios, es probable que veamos mayor presión de julio a diciembre. Estimamos que los precios agropecuarios crecerán cerca de 5.6% anual. Así, nuestras estimaciones posicionan a la inflación en niveles más cercanos a 4.0% anual.
El aumento en el salario mínimo del 20% anual y los ajustes al salario por parte de las empresas a lo largo del año, también incidirán al alza en la inflación.
El tipo de cambio que opera debajo de los $19.00 en el mercado interbancario, podría mostrarse más sensible por el movimiento del índice dólar (DXY) en años electorales en la Unión Americana y que normalmente tiende a “revaluarse” ante el resto de las divisas.
Además, esperamos un aumento en la actividad económica del país, que podría crecer entre 1.0 y 2.0% anual, aun así, por debajo de su tasa de crecimiento promedio de los últimos 20 años de 2.5% anual.
Desde que se dio a conocer el posible acuerdo comercial Fase Uno entre Estados Unidos y China en septiembre pasado, la economía mundial ha mostrado mejores condiciones y se espera que en el 2020, el desempeño mundial sea positivo. Estos dos países representan el 55% de la aportación al crecimiento mundial y si sumamos a la Zona Euro, alcanzaría el 62% del total.
Por ello, el comportamiento de estos mercados financieros es relevante para todo inversionista en el mundo. El valor de capitalización de sus mercados, representan el 71% del total.
A pesar del escepticismo que una parte de la sociedad tiene por la propia incertidumbre de gobernanza que ha generado el gobierno federal, algunos proyectos de infraestructura, la ratificación del T-MEC, el probable anuncio de un programa de inversiones en el sector energético y un uso más rápido del gasto público, ayudarán de alguna manera.
Solamente un recorte en la calificación crediticia a Pemex y/o Nota Soberana, un juicio político que al final impida a Donald Trump competir nuevamente por la presidencia de su país, alguna presión de Trump en el proceso electoral hacia México, pudieran afectar de alguna manera el entorno de la economía y nuestras propias estimaciones.