El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, afirmó que esta dependencia cierra el año con buenos resultados, con crecimiento en los sectores primario, agroalimentario y agroindustrial, y “un superávit que nunca se había dado”.
Explicó que de enero a octubre pasados la balanza comercial se ubicó en los siete mil 654 millones de dólares, lo que significa un aumento de 46 por ciento.
En un balance del año, el secretario dijo que el crecimiento alcanzado no se había dado desde 1993 y se logró a través de una nueva forma de atender a todos los productores, en especial a los pequeños, a los campesinos y a las comunidades indígenas.
Indicó que el primer año de gobierno cierra positivamente con la operación de los cuatro programas prioritarios para el campo: Producción para el Bienestar, Precios de Garantía, Crédito Ganadero a la Palabra y Fertilizantes, ello con el objetivo de incrementar la productividad, garantizar la seguridad alimentaria y disminuir las importaciones en granos básicos y leche.
Villalobos Arámbula destacó los avances, pues al cierre de octubre pasado el sector primario creció 5.4 por ciento, el agroalimentario 3.6 por ciento, y el Producto Interno Bruto agroindustrial 2.6 por ciento, todos en comparación con el mismo periodo de un año antes.
Lo que más resaltó es el superávit de la balanza comercial agroalimentaria de siete mil 654 millones de dólares, en donde las principales exportaciones en la rama agroindustrial fueron la cerveza, el tequila y el mezcal.
Explicó que en la rama agrícola fueron el aguacate, el tomate y los pimientos. En la actividad pecuaria el ganado en pie, y en el sector pesquero, el pescado fresco y el camarón.
De acuerdo con la Sader, el año pasado se llevaron a cabo proyectos de alto impacto como son el café meso-andino, en la búsqueda de incidir en la fijación del precio de café de alta calidad, así como del maíz y frijol para México.
Asimismo, el fomento a la producción de leche en el sur, y los programas para la sustentabilidad del Alto Golfo de California y Nacional para el rescate de las plantas nativas como la flor de Nochebuena.
En cuanto al Programa Producción para el Bienestar, la Secretaría de Agricultura señaló que éste supera al Proagro Productivo, al canalizar 60 por ciento de sus recursos a productores pequeños y medianos del sur sureste del país, en beneficio de un millón 500 mil agricultores y campesinos.
El propio secretario Villalobos Arámbula reconoció que hubo cambios importantes en las políticas públicas en el sistema agroalimentario del país, como dar los apoyos directos a los campesinos, cuya actividad productiva debe generarles mejores ingresos.
Dijo que de este modo se busca impactar en la reducción de la pobreza en el medio rural, uno de los objetivos de este gobierno.
La Sader reveló que se ha dado un apoyo focalizado en las zonas que más lo necesitan, especialmente en la población de alta y muy alta marginación, y comunidades indígenas.
Ésto a través de padrones de beneficiarios con mayor transparencia, concurrencia con programas sociales y mayor proporción del presupuesto a productores de pequeña y mediana escala.
Todo lo anterior a pesar de que para 2020 la Secretaría de Agricultura tendrá un recorte de casi 20 mil millones de pesos, pues el presupuesto aprobado es de 47 mil 576 millones de pesos, el menor desde 2006.
De esta manera, canalizar 23 mil 310 millones de pesos a esos programas sociales y pequeños y medianos productores significa destinar más de la mitad del total de recursos de la Secretaría de Agricultura.
No todas las voces están de acuerdo, pues el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) critica la desaparición de cinco programas claves, como Apoyos a la Comercialización, Concurrencia con los Estados, así como los de Fomento Agrícola, Ganadero y Pesquero.
En cambio, dicen que como un paliativo se creó el nuevo Programa de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura, al que se le dotó de mil 372 millones, apenas el 10.6 por ciento de lo desaparecido.
No obstante, el secretario Víctor Villalobos dijo que el presupuesto de 2020 se ejercerá con transparencia y honestidad, pues “de nada sirve tener presupuestos abultados que se pierdan en gasto ineficiente, innecesario o peor aún, en actos de corrupción”.
En el año que concluyó, la Secretaría de Agricultura destacó como acción estratégica en el rubro sanitario un acuerdo con Guatemala para regular la entrada de ganado bovino de Centroamérica, además del mega simulacro de la Peste Porcina Africana (PPA).
Mención aparte, relató Villalobos Arámbula, merecen los riesgos climáticos y la atención a sequía, que este año devastó 60 por ciento del territorio nacional, al afectar principalmente cultivos de grano, café y azúcar.
Y es que el año pasado la sequía fue la más severa después de la que se presentó en el año 2011, y se espera que en 2020 se enfrenten los mismos estragos climáticos, por lo que -dijo- hay que estar preparados.
EFVE