El primer ministro de Australia, Scott Morrison, admitió este domingo su pesar por su manejo de la crisis de incendios forestales que asola el país, en el que han perdido la vida al menos 28 personas.
Morrison ha enfrentado crecientes críticas sobre la respuesta de su gobierno a los incendios forestales y su política climática, además de que admitió que había “cosas que podría haber manejado en el terreno mucho mejor”.
Desde septiembre, los incendios forestales han matado al menos a 28 personas y destruido miles de hogares.
En las últimas semanas, Morrison fue acosado por los residentes cuando visitaba comunidades afectadas por incendios en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria, donde se concentran los peores incendios.
El fuego que arrasa el sureste de Australia está lejos de controlarse, pese a que la lluvia dio una tregua a los bomberos y habitantes locales.
La víspera varios incendios se fusionaron para convertirse en megaincendios en los estados de Nueva Gales del sur y de Victoria, las temperaturas declinaron y las lluvias del sábado trajeron algo de alivio a las regiones afectadas.
Se espera que las condiciones meteorológicas duren una semana, lo que dará a los bomberos más posibilidades para controlar los incendios.
Morrison admitió este domingo que se han podido cometer errores en la gestión de los incendios forestales que arrasan el país, sobre la que ha recibido fuertes críticas, destacó la cadena pública de televisión ABC.
Agregó que se pondrá en marcha una investigación pública sobre la respuesta de las autoridades a los incendios.
La disculpa del cuestionado primer ministro llega después de que el viernes miles de manifestantes salieron a las calles australianas para exigirle al gobierno del primer ministro Scott Morrison un plan de acción sobre el cambio climático, tras los incontenibles incendios forestales que están afectando al país tanto en la destrucción de viviendas como en su flora y fauna.
Las protestas fueron caracterizadas con el slogan “Sack Scomo”, que abrevia el nombre del primer ministro, y son organizadas e impulsadas por universitarios defensores de la conservación del medio ambiente.
El mayor número de movilizaciones se registraron en las ciudades de Brisbane, Sydney y Melbourne, pese a los llamados de la policía del estado de Victoria para dispersarse, pues “distraen” las operaciones en las zonas incendiadas, informó News Corp Australia.
El primer ministro fue cuestionado también por irse de vacaciones sin avisar a Hawaii en plena crisis antes de Navidad, y durante sus visitas a las zonas afectadas ha visto de primera mano el rechazo de algunos vecinos que se han negado a darle la mano e incluso le han insultado.
La temporada de incendios ha causado ya 28 muertos en Australia, reducido a cenizas una superficie equivalente 10 millones de hectáreas y destruido más de dos mil casas.
Expertos consideran que la catástrofe ha provocado la muerte de mil millones de animales, cifra que incluye a mamíferos, aves y reptiles.
2019 fue el año más cálido y seco en Australia desde que se dispone de datos. El 18 de diciembre fue el día más caluroso, con un promedio nacional de máximas de 41.9 grados centígrados.
cs