Es muy interesante saber qué sucede en Estados Unidos con la economía y los mercados financieros en los años previos y los años electorales presidenciales. Especialmente cuando el 2020 está iniciando con mucha actividad ligada al gobierno de Donald Trump y al Brexit.
Por un lado, el riesgo geopolítico con Irán ha tomado relevancia y además, se sabe que el ejército de Irán está admitiendo que “por error humano”, derribó el avión de Ucrania y mató a 176 pasajeros de diferentes países. También el proceso del juicio político al Presidente Trump que deberá llevarse a cabo con el Senado en las próximas semanas.
Por el lado positivo, todo está listo para que esta semana se firme el “Acuerdo Comercial Fase Uno” entre Estados Unidos y China que diluye los riesgos comerciales que afectaron el crecimiento mundial en 2018 y 2019. También se estará dando la salida de Reino Unido de la Unión Europea con fecha 31 de enero, permaneciendo al menos en 2020 con las reglas de la Unión Europea.
Pero vendrán elecciones presidenciales, del Congreso y de algunas gubernaturas el próximo 3 de noviembre. El voto ciudadano toma en cuenta la condición de su “economía” familiar.
Haciendo un recuento de lo que fue 2019 como año previo, la economía americana mostró un crecimiento del orden de 2.0% anual, la inflación ronda también el 2.2% anual dentro del objetivo de la FED. El dólar mostró un desempeño muy estable con una apreciación marginal de 0.3%, mientras que las bolsas como el Dow Jones y el Nasdaq, experimentaron fuertes ganancia anuales de 22 y 35%, respectivamente.
Todos estos datos coinciden con el comportamiento histórico promedio de un año previo a las elecciones presidenciales.
Ahora, en años de elección, la actividad económica se vuelve muy importante para el gobierno que tiene la administración. Se observa en promedio un crecimiento mayor de la economía respecto al año previo. Así, podríamos pensar que el PIB de 2020 será mayor a 2.0% de 2019. Por el lado de la inflación, ésta se mantiene muy similar en promedio, lo que nos indica este análisis, que la inflación deberá ser similar a las de 2019 y por lo tanto, la FED podría mantener “sin cambio” su política monetaria, dentro de un ambiente “normal” y sin contratiempos.
En cuanto a las bolsas, ahí si viene un cambio relevante. Considerando desde finales de los ochentas y hasta la fecha, en año previo a la elección, el promedio del crecimiento del Dow Jones es de 17% y del Nasdaq de 35%, por lo que los resultados fueron acordes.
Pero para 2020, el promedio del crecimiento en años de elección en el caso del Dow Jones, apenas es de 3.2% y del Nasdaq de 0.7%, lo que nos indicaría que los mercados, que actualmente rondan máximos históricos, podrían limitar sus movimientos futuros.
También, el índice dólar DXY que se mide contra la canasta de divisas relevantes, se vuelve más fuerte y en promedio, tiende a apreciarse un 4.0%, lo que sin duda dará mucha actividad al mercado cambiario global, con posibles pérdidas de muchas divisas.
Llevando esto a nuestra economía y mercados en México, el 2020 podría significar un año de mayor crecimiento económico respecto a 2019 que estuvo “estancado”, la inflación tenderá a ser mayor, es probable que veamos un desempeño positivo en la bolsa y una presión al alza sobre el tipo de cambio que hoy opera en $18.81 a la venta en el mercado interbancario.
En cuanto a tasas de interés, la posible baja que espera el mercado de la tasa de referencia por parte de Banxico por el alto spread que pagan, pudiera ser limitada.