La casa en la que vivía el pequeño que disparó en el Colegio Cervantes ubicada en calle Mártires de Río Blanco y avenida Cuauhtémoc está vacía tras el cateo realizado por autoridades de Coahuila.
Desde afuera se aprecia que en una de las habitaciones hay cajas vacías, bolsas negras, juguetes del menor y videojuegos, así como un dron y un bate de béisbol.
El cateo fue realizado por autoridades y de acuerdo con su declaración estos elementos ayudaron a configurar el entorno del menor.
“Se localizó un número importante de réplicas de armas de fuego, algunos juguetes bélicos, pistolas de plástico y algunas otras de aire comprimido con las que eventualmente pudo haber, también, pues, estado tomando algunas prácticas, es evidente que tenía alguna afición por ello”, informó Gerardo Márquez Guevara, fiscal general de Coahuila.
El fiscal indicó que también se está investigando a otros familiares y amigos que pudieran haber influido en la formación del menor, aunque reveló que esto se ha complicado, debido a que el padre del pequeño, José Ángel “N”, de 37 años de edad, se encuentra desaparecido, igual que la abuela paterna, quien se ausentó en las últimas diligencias, mientras que el abuelo José Angel “N” se encuentra en prisión preventiva.
“Estamos investigando a todos los que forman parte de su entorno familiar con el propósito de determinar si hay alguna ascendencia, si hay algún antecedente de trabajo, de gusto por la caza, el tiro o por alguna función de que se utilizaran armas para el trabajo de cualquier miembro de la familia”, señaló el fiscal.
También se precisó que la madre del menor, fue identificada como Yezmine Natali, quien falleció en junio de 2014 por una complicación a causa de una cirugía por diabetes y la abuela materna murió asesinada en 2010.
El último comunicado informa que fue dado de alta el menor de sexto año que resulto herido y quien permanecía hospitalizado. Mientras que el Colegio Cervantes reanuda sus actividades este viernes.
MGL