Vecinos del barrio de La Rinconada, donde se encuentra la embajada mexicana en Bolivia, reportaron movimientos extraños y poco después confirmaron que 500 uniformados rodean el sitio, informó el diario boliviano La Razón.

El viceministro de seguridad ciudadana, Wilson Santamaría, declaró que se trata de un movimiento “normal y rutinario” en la zona para ofrecer seguridad a la embajada mexicana, aclaró que no se intervendrá en la residencia “por respeto a la convención de Viena”, del que ambos son firmantes.

La Policía aclaró que acudieron al lugar por los reportes de los vecinos de que personas “extrañas” merodeaban por estos sitios, y argumentaron que era evidente que se trataba de un patrullaje preventivo.

Los cuerpos de seguridad se retirarán, porque no pudieron localizar nada extraño ni a nadie que realizara actividades sospechosas en la colonia. La Unidad Táctica de Operaciones y la Unidad de Tránsito son las responsables de esta búsqueda.

El grupo que se encuentra “vigilando” la embajada mexicana desde diciembre gritaba vítores a los policías que rodeaban la zona.

Las personas que ahí acampan cuidan que no abandonen la residencia los aproximadamente nueve ex funcionarios del Gobierno de Evo Morales que ahí se encuentran asilados desde noviembre del año pasado.

LEG